El ayuntamiento de Madrid, liderado por la ex-alcalde Manuela Carmena, publicó un muy recomendable informe, resultado de una investigación en el marco de la política pública de memoria de la Oficina de Derechos Humanos y Memoria: «Listado de personas ejecutadas durante la posguerra (1939-1944) en la ciudad de Madrid» elaborado por un equipo encabezado por el historiador Fernando Hernández Holgado, en el que se fija en 2.934 las personas asesinadas, 36 mediante garrote. Es un avance importante en el conocimiento de la represión llevada a cabo por la dictadura militar franquista en el Madrid de la posguerra. Igualmente está disponible el Listado de fusilados de posguerra.
Eran hombres y mujeres de toda condición, portero/as, chóferes, abogados, periodistas, políticos, médicos, campesinos, jueces, comerciantes…procedentes de todos los lugares de nuestro país, condenados a muerte en farsas de juicios militares, en la gran mayoría de los casos no habían cometido ningún delito. Casi todos los asesinatos se llevaron a cabo por fusilamiento en las inmediaciones del cementerio del Este. La cárcel de Porlier o la antigua cárcel de mujeres también fueron centros de detención, encarcelamiento, tortura y ejecución. Lugares sombríos, escenarios principales del cruel drama mayor que sufrieron en España en esos terribles años varios miles de conciudadanos. Pero su memoria es todavía más amarga, anónimos, escondidos, ignorados, silenciados, falseados, hasta hacer casi irreconocibles a quienes optaron desde 1936 por la defensa de la legalidad constitucional Republicana, o por la lucha por mejorar sus condiciones vitales y sociales.
Los presos varones escuchaban en Porlier la diligencia de ejecución y eran entregados al piquete, militares o guardias civiles. En camiones los llevaban hacia la tapia sur del cementerio: Los cánticos y consignas que se coreaban en el convoy las noches de saca se solventaron empleándose a fondo con mordazas y alambres. Hubo 80 mujeres ejecutadas, todas ellas por fusilamiento, los camiones que trasladaban a los presos al cementerio del Este, pasaban por la prisión de Ventas para recoger a las condenadas a muerte. Cerca de las tapias existían 3 nidos de ametralladora con fuego cruzado, y unos potentes reflectores. Los asesinos construyeron una plazoleta con un sumidero que recogía la sangre que iba al alcantarillado, muestra gráfica del horror de como los franquistas convirtieron aquel recodo del cementerio, en un matadero de personas al aire libre funcionando a destajo. Tras el fusilamiento y el tiro de gracia, los cadáveres se inhumaban en “sepulturas de cuarta temporal, gratuitas, de caridad”. A los 10 años los cadáveres eran enviados al osario o fosa común. Las familias tenían que contener sus llantos, los rojos no podían llorar, ni acordarse de los suyos. Fueron años de hambre, miedo, soledad, miseria y todas las penurias imaginables.
Las innumerables huellas de impactos de bala sobre una arruinada pared aún alzada de la tapia, da testimonio mudo de las ejecuciones allí perpetradas: El fusilamiento del ministro Julián Zugazagoitia, del presidente de la diputación de Madrid, el socialista Carlos Rubiera Rodríguez, del Gobernador Civil de Madrid, el socialista José Gómez Osorio, fusilado junto al gobernador civil de Valencia Ricardo Zabalza Elorga, al consejero de Estado José Serrano Batanero, y al confederal y teniente Republicano Leandro García Martín. Los fusilamientos de los alcaldes Cayetano Redondo Aceña, (Madrid), Constantino Herranz Márquez (Guadalix de la Sierra), Francisco Lastra (Getafe), Andrés Molpeceres (Hortaleza), Gregorio Millán (Majadahonda), Vicente González García-Carrizo (San Lorenzo de El Escorial), Cipriano Montes (Morata de Tajuña), Anastasio Moreno (Galapagar), Adolfo Sánchez Muñoz (Cadalso de los Vidrios), Felipe Arribas (Miraflores de la Sierra) y el socialista Amos Acero Pérez, (Vallecas).
Allí fueron asesinadas las tristemente famosas 13 Rosas, con edades entre los 19 y los 29 años: Carmen Barrero Aguado, Martina Barroso García, Blanca Brisac Vázquez, Pilar Bueno Ibáñez, Julia Conesa Conesa, Adelina García Casillas, Elena Gil Olaya, Virtudes González García, Ana López Gallego, Joaquina López Laffite, Dionisia Manzanero Salas, Victoria Muñoz García y Luisa Rodríguez de la Fuente, sin olvidar a Antonia Torre Yela, la Rosa n.º 14, fusilada pocos meses después. Igualmente asesinados sus camaradas del PCE, los 43 claveles. Y los 12 militantes de las JSU, entregados por el traidor Casado a los franquistas.
Teresa Trullenque Martín fue fusilada por ser esposa y hermana de socialistas. También cayó Clara de Pablo Garrido, acosada por el juez militar por su atractivo, las hermanas Paula y Milagros Orozco Córdoba, completamente inocentes, o las hermanas Fernanda y Concha Casado Malsipica, maltratadas antes de morir. Otras fusiladas fueron Francisca Martín Aguilar, e Isabel Gómez Sánchez, esposa del también allí fusilado tabernero Guillermo Caro Montero. Lo mismo que las Republicanas María Del Rey Mansilla y Felipa Saugar Martínez. La funcionaria del Ministerio de Justicia Matilde Revaque Garea, y la oficiala de prisiones Isabel Huelgas De Pablo. A Nicolasa Blas Santamaría no tuvieron necesidad de fusilarla, los fascistas la reventaron a muerte a palizas.
Raimundo Cadalso Luna, sindicalista y socialista. Fernando Izquierdo Montes, miembro del Ejército Republicano, lo mismo que Santiago Andrés Andrés y César González Cortijo. Maestro era el socialista Mariano Cuadrado Fuentes, el jornalero y Republicano convencido Tomas Bravo Montero. El médico Mario Cruz Sancho Ruiz-Zorrilla. El agricultor Republicano Tomás Montero Labrandero. El concejal socialista de La Torre de Esteban Hambrán Eudaldo Serrano Recio, y el anarquista de la sonrisa eterna Arturo Lodeiro. El valiente combatiente Republicano Celestino García Moreno, fusilado junto a 79 compañeros. Ángel Montero Álvarez, albañil y socialista. Los comunistas Luis Sendín, Heriberto Quiñones y Ángel Garvín, también Francisco Gasco Santillán, sin olvidar a Jesús Larrañaga y Manuel Asarta. Cayeron periodistas como Augusto Vivero Rodríguez De Tudela, los socialistas Francisco Cruz Salido y Javier Bueno Bueno, el comunista Manuel Navarro Ballesteros, el sindicalista José Manuel Valdeón Garrido; el cronista y anarquista Mauro Bajatierra Morán.
No hay que olvidar los terribles casos de secuestros de niños Republicanos por los franquistas, los asesinos esperaban a que naciera el bebé para fusilar a la madre, como ocurrió con Julia Lázaro Echeverría, violada por 9 policías franquistas. Una joven anarquista que tenía una hijita, pidió al oficial al mando del pelotón de fusilamiento que llevara a la niña con su abuela. Tras la ejecución de la anarquista, el militar volvió a la cárcel, pero la niña ya no estaba.
La relación de nombres publicada por el ayuntamiento dirigido por Manuela Carmena, se complementó con el levantamiento en el cementerio del Este de un Memorial con los nombres grabados en planchas de piedra de los 2.934 fusilados por los franquistas en la posguerra. El monumento se erigió en 2018 asociado a la tapia en la que tradicionalmente se homenajea a los fusilados. Cuando aún no se había terminado de instalar, en 2019, el nuevo ayuntamiento del PP, ha arrancado y destrozado las placas ya colocadas, desmantelando todo el memorial. “Teníamos asumido que este gobierno quería borrar sus nombres, pero ver las placas ahí en el suelo es tremendo. Los han fusilado de nuevo”, asegura Tomás Montero, presidente de la Asociación Memoria y Libertad. No cabe insulto para el mezquino alcalde fascista almeida y sus secuaces de ciudadanos y vox, solo calificar a esos individuos como “malditos miserables”, lacayos del franquismo cobarde y criminal, ruina y desgracia de nuestra patria España.
Documentos: Nueva Tribuna (Fernando Olmeda). Afar2REP. Listado cronológico de ejecuciones en el Madrid de la posguerra (1939/1944). Europa Press. Nueva Tribuna (Tomás Montero). El Mundo (Esther Mucientes). El País (Fran Serrato). Quienes eran
En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española
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