El 16 de Octubre de 1936, cuneteros franquistas “sacaron” y ASESINARON al menos a 10 REPUBLICANOS, y los arrojaron a la Fosa de Pedro Toro, Valle del Lagar (Salamanca)

Pedro Toro word pressFueron guardias civiles quienes asesinaron a los vecinos Republicanos, un tipo de represión muy extendido, el exterminio de miembros de “familias elegidas”. Los asesinos los consideraban “peligrosos”, y sabían hacer muy bien sus fechorías, no dejaban rastros y provocaban tal terror, que los familiares renunciaban a mantener vivo el recuerdo de sus víctimas más allá del círculo íntimo. La memoria colectiva señala que en diferentes “sacas”, hasta una veintena de víctimas fueron enterradas en al menos un par de fosas en el Valle del Lagar. Según certifica la documentación oficial, tras la “saca” del 16 de Octubre de la cárcel de Ciudad Rodrigo (Salamanca) fueron asesinados las siguientes víctimas:

Pablo Santos Sánchez, era natural de Palma de Mallorca, socialista, concejal. Estuvo detenido 3 veces por orden militar en la prisión de partido de Ciudad Rodrigo, el 27 de julio, y el 21 y 26 de septiembre. El 16 de Octubre de 1936 fue “sacado” y asesinado, probablemente arrojado a la fosa de Pedro Toro.
Ángel Sierro Mangas (primer apellido “Sierra” en la ASMJ), natural de Ciudad Rodrigo, 25 años, jornalero. Había estado detenido en la prision de partido de Ciudad Rodrigo del 26 de julio de 1936 al 23 de septiembre y fue reingresado el 26 del mismo mes, para ser “sacado” el 16 de Octubre, fecha en que fue asesinado en Pedro Toro.
Remigio Baz Martín, hijo de José y Regina, natural de Ciudad Rodrigo. Remigio fue uno de los emisarios de Ciudad Rodrigo encargados de transmitir las consignas de oposición al “alzamiento” nazional, en compañía de Manuel Mateo. El 31 de Julio de 1936, Remigio fue encarcelado en la prisión de partido de Ciudad Rodrigo, y el 23 de Septiembre fue puesto en libertad, pero a los 3 días fue reingresado, y el 16 de Octubre fue “sacado”, asesinado, y enterrado en Pedro Toro. En el juzgado de instrucción del Regimiento de La Victoria le abrieron expediente y declarado en rebeldía en 1938, “por faltar a su incorporación” como recluta del reemplazo de 1928.
Balbino Escalera Iglesias, natural de Villamiel (Cáceres). Había ingresado en prisión el 28 de julio de 1936. Podría estar asentado en Ciudad Rodrigo; sobre su ejecución existen diversas teorías en lo que atañe a la fecha y lugar de enterramiento. El 16 de Octubre fue asesinado por “saca”. Puede estar en Pedro Toro.
Graciliano Hernández Tomás, nacido en Puebla de Azaba (Salamanca) en 1901, hijo de José y Luzdivina, jornalero. Casado con Herminia Martín García y padre de 2 hijos menores. Recibió un tiro en el muslo desde una camioneta de guardias civiles cuando trabajaba en el campo, y tras pasar por el hospital fue encarcelado el 8 de agosto en la prisión del partido judicial de Ciudad Rodrigo como “detenido militar”, y “sacado” el 16 de octubre de 1936 apareciendo cadáver en Pedro Toro.
Antonio Hernández Rastrero, nacido en Casillas de Flores (Salamanca) en 1899, hijo de Manuel Hernández y Narcisa. Rastrero. Casado con Petra Bernal Martín, tenían 4 hijas. El 10 de Octubre de 1936, Antonio fue encarcelado en la prisión de partido judicial de Ciudad Rodrigo, de donde fue “sacado” y asesinado el 16 de octubre de 1936 y arrojado con otras víctimas del franquismo en una fosa en Pedro Toro.
Gertrudis Sánchez Montero, “Gaona”, natural de Ciudad Rodrigo. Gertrudis fue una de las víctimas del 16 de Octubre en Pedro Toro, que ha dejado una estela de leyenda, por el exterminio que la represión sangrienta produjo en su familia: Tres de sus hijos fueron asesinados por criminales franquistas, ya le había precedido en el sacrificio Juan Vicente Sánchez, el 7 de Septiembre. La tradición local no señala los motivos explícitos por los que Gertrudis fue llevada al matadero del Valle del Lagar, viaje sin vuelta al que la habrían acompañado sus hijos Francisco y Esteban Vicente Sánchez, considerados activistas de izquierdas. Gertrudis es una referencia de la terrible Represión padecida por los Republicanos por el casi exterminio de su familia.
Francisco Vicente Sánchez, hijo de Gertrudis, domiciliado en Ciudad Rodrigo. Casado con María Collado, tenían un hijo, era ferroviario. “Ejecutado por su significación marxista y actividades contrarias al glorioso alzamiento nazional”. Fue detenido ilegalmente y asesinado extrajudicialmente.
Esteban Vicente Sánchez, hijo de Gertrudis y hermano del anterior. Esteban era de los izquierdistas que andaban a la gresca con los fascistas mirobrigenses en la primavera de 1936, por lo que Agustín Calzada, jefe de Falange, llegó a ofrecer dinero a algún derechista para que lo matara, lo que finalmente consiguieron.
Clara Machado Vieira, natural de Ciudad Rodrigo. El 14 de Octubre ingresó en la prisión de partido de Ciudad Rodrigo, y el 16 la “sacaron” rumbo a Pedro Toro.

La Asociación Salamanca Memoria y Justicia ha iniciado el proceso de exhumación en la finca La Rad de Pedro Toro, pedanía de Ciudad Rodrigo. La presidenta de Memoria y Justicia, Luisa Vicente, insiste en que el único interés en todo el proceso es que estas personas reciban «una sepultura digna».

La teoría y la práctica del silencio y el olvido han dado los frutos amargos de la impunidad de los asesinos, y la falta de respeto hacia las víctimas Republicanas de la represión franquista, que son la realidad histórica de Castilla y León, tierra vacía de memoria hasta hoy día. La eficaz ocultación de los cadáveres e incluso su eventual destrucción, el trasiego de víctimas, vivas o muertas, la perversidad de los represores y ejecutores ha contado con la colaboración de la «justicia» franquista y la justicia «institucional» posterior. Los mandos “militares” rebeldes habían autorizado implícitamente tales actos de barbarie, e hicieron todo lo posible para favorecer y ocultar los delitos. El miedo ha sellado muchas bocas y el paso del tiempo ha obrado en el mismo sentido negativo. Sus secuaces fueron los principales causantes de las situaciones de viudez, orfandad, exilios y otros estragos, que son las evidencias en que se sustenta la reconstrucción de la memoria Republicana.


Documentos: Salamancartvaldia (Angel Iglesias Ovejero 1, Angel Iglesias Ovejero 2 y David Rodríguez, Angel Iglesias Ovejero 3). La crónica de Salamanca. El Norte de Castilla (Silvia G. Rojo). elPeriodico (Juan José Fernández)


En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española