El 6 de Enero de 1979, la guardia civil franquista ASESINÓ a balazos al sindicalista de CCOO FELIPE BAZ GONZÁLEZ (19 años) en Galdames (Vizcaya), y a JOSÉ LUIS MUÑOZ PÉREZ (15 años) en Navalcarnero (Madrid)

Felipe Baz Gonzalez word pressEran los inicios de la transición, de “ley a ley”, manteniendo las estructuras judiciales, militares y policiales intactas, también las económicas, las grandes empresas que todavía hoy en día forman el IBEX 35, forjaron sus fortunas a la sombra del franquismo, en algunos casos utilizando mano de obra esclava con los prisioneros Republicanos para poner los pilares de su poder económico. Día de Reyes de 1979, Felipe Baz González, militante de CC.OO. y 4 amigos más circulaban en un vehículo hacia Galdames. Un control de carreteras de la guardia civil les paró. Obedecieron, les hicieron bajar del coche a punta de fusil y a gritos.

Dos de los viajeros eran menores de edad. Encañonándolos con sus fusiles, los distribuyeron en dos Land Rover para trasladarlos a la casa-cuartel de Galdemes. Los jóvenes protestaron, y los guardias amenazaron con sus armas, uno de ellos amagó con un culatazo. Felipe se tapó instintivamente la cara con las manos. En respuesta sonaron 2 disparos, que impactaron, a bocajarro, uno en la cabeza y otro en la mano y pecho de Felipe, que murió en el acto. El guardia civil declaró que se le había escapado un tiro de su fusil de asalto reglamentario.

Los amigos presentes en el Land Rover, contaron que la víctima se tapó los oídos ante los improperios que le estaba lanzando uno de los guardias civiles, y esta reacción provocó la ira del agente, que le disparó los 2 balazos. El cadáver de Felipe Baz fue trasladado al depósito del cementerio de Galdames, a donde se viajó su padre para identificarlo, algo que tuvo que hacer por un anillo y una cadena que llevaba, ya que su cara estaba destrozada por el disparo.

Al día siguiente a su asesinato, se celebró su funeral en Portugalete, donde su familia era muy conocida, para ser enterrado en el cementerio de esta localidad. Unas 2.000 personas acudieron a su funeral, y posteriormente hubo enfrentamientos con la policía. Nadie fue detenido ni juzgado por la muerte de Felipe Baz, fue otro de los crímenes de la violencia institucional de la transición que quedó en la más absoluta impunidad.

El historiador David Ballester, autor de “Las otras víctimas. La violencia policial durante la transición (1975-1982)” recuerda que el mismo día y en parejas circunstancias falleció José Luis Muñoz Pérez, de 15 años, en Navalcarnero. El 6 de enero de 1979, José Luis circulaba con el resto de la familia por la carretera Madrid-Extremadura cuando, a la altura del kilómetro 36,8 se encontraron con un control de la guardia civil. Según la versión del gobierno civil, el vehículo no respetó las señales e indicaciones de «¡Alto!» que le dieron los agentes. La familia negó la versión oficial de los hechos. Los guardias abrieron fuego entrando una bala por su parte trasera. José Luis Muñoz resultó herido por los impactos, siendo trasladado a Navalcarnero, y de aquí en ambulancia al actual Hospital 12 de Octubre, donde falleció.

Eran, respectivamente, las víctimas 42 y 43 por gatillo fácil cobradas durante la transición. En total, los excesos policiales costaron 134 víctimas mortales durante este periodo.


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