Enrique Astiz Aranguren nació en 1904 en Cadreita (Navarra). Con 4 años se trasladó junto a su familia a Pamplona. Su padre era comisionista, de posición económica desahogada, Enrique pudo estudiar Derecho en Salamanca. Realizó el servicio militar en Artillería junto a otros navarros que, como él, sufrirían la represión tras el golpe de 1936: Serafín Goicoechea Guinda (asesinado), José Goñi Urriza (exiliado) y Serafín Uriz Ichaso (enfermo en campos de concentración). Se casó con María Ainzúa, en 1932 el matrimonio se instaló en la calle Mayor de Pamplona.
En los portales contiguos vivían Eladio Zilbeti, el comunista Tomás Áriz, compañero de la maestra Camino Oscoz, cruelmente asesinada; Eduardo Maestro; Luciano Eguía, militante de UGT; y el socialista Ramón Bengaray. Todos acabaron asesinados. Enrique Astiz fue uno de los accionistas del diario Republicano pamplonés “Democracia” (1932). Fue miembro del comité organizador de Acción Republicana en Pamplona. Más adelante se integró en Izquierda Republicana. Se posicionó a favor del Estatuto Vasco Navarro junto a sus compañeros de partido. Era un prometedor abogado, hábil e inteligente. Su pasión y desenvolvimiento por la Justicia le llevó a expresar públicamente, ya en 1929, su opinión en cuestiones como la igualdad de género.
En 1931 intervino como abogado en la defensa de 15 vecinos de Isaba, acusados en consejo de guerra de insultar a unos guardias civiles que habían matado a un vecino de izquierdas durante una manifestación. En 1933 participó como abogado defensor en un consejo de guerra contra 18 vecinos de Buñuel acusados de insultar a la fuerza armada. En 1934, junto a Julia Álvarez, defendió a Segundo Juaniz y Miguel Escobar, acusados de tenencia de armas sin licencia. En 1935 defendió al periodista y osasunista Alberto Lorenzo, posteriormente asesinado, por la publicación de un artículo por el caso Serval en favor del Ayuntamiento, y contra los ricos.
En 1936 fue abogado defensor junto a Jesús Monzón y Estanislao Aranzadi en el Consejo de Guerra contra Toribio Echeverría Ibarra y 169 presos más en la cárcel de Pamplona, acusados de rebelión militar por lo sucesos revolucionarios de Eibar en octubre de 1934. Enrique fue elegido aquel año secretario jurídico del Socorro Rojo Internacional, organización que servía de apoyo a los presos encarcelados por los sucesos de Asturias en 1934.
Fue presidente del Aurora CF, muchos de cuyos miembros acabarían represaliados. Fue abogado asesor de la «Asociación de Pelotaris de Remonte» en Navarra en 1930. Formó parte de los fundadores de la Federación Navarra de Fútbol. Estaba involucrado en otras actividades deportivas, el deporte era seña de identidad de la familia. Participó en donaciones para el Orfeón Pamplonés, la casa de Misericordia, la fiesta de Reyes, obsequios de juguetes a los niños del Hospital, inclusa, asilos y cantinas. Y una suscripción en el homenaje al secretario del Gobierno Civil Modesto Font, quien años después terminaría siendo responsable último de la masacre de 52 presos Republicanos en Valcaldera, entre ellos el presidente de Osasuna Natalio Cayuela y su hermano Santiago.
Su inquietud y compromiso político y social, la preocupación por el bien común le condenó a la muerte, asesinado como muchos otros de sus compañeros en aquel fatídico verano del 36. Fue fusilado por los sublevados contra la República en Undiano, sierra del Perdón, el 8 de agosto de 1936. Sus asesinos quisieron borrar el conocimiento y el saber quemando su «peligrosa» Espasa Calpe. En Navarra la quema de libros también fue un ritual frecuente tras el asalto a domicilios privados y centros públicos.
Documentos: Orreaga Fundazioa. Auñamendi Eusko Entziklopedia
En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española
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