Luisa Rodríguez de la Fuente nació en Madrid en 1921. Era sastra de profesión. Ingresó en las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) al declararse la guerra, colaborando en trabajos de retaguardia. Al acabar la guerra, un día paseaba junto a su amiga Antonia Torre Yela, la Rosa nº 14, por la que había sido Avenida de la Libertad, en el barrio de Tetuán, cuando se encontraron con Julián Muñoz Tárrega, quien les informó que las JSU se habían vuelto a organizar, animándolas a unirse al grupo dirigido por Sergio Ortiz en Chamartín de la Rosa, del que también formarían parte Ana López Gallego, Victoria Muñoz García, Elena Gil Olaya y Martina Barroso García.
Luisa fue detenida el 28 de abril de 1939, denunciada por el agente de Policía Manuel Fernández, que conocía de su filiación comunista durante la guerra. A los 2 meses de su ingreso había sido nombrada secretaria de organización de una célula de barrio. Según sus declaraciones, Julián le habría ofrecido el cargo de jefe de un grupo del sector de Chamartín de la Rosa, para el que tenía que buscar a 50 jóvenes dispuestos a formar parte de él. Cuando fue detenida tan sólo había tenido tiempo de convencer a su primo Isidro Hernández de la Fuente, secretario del Círculo de Vicente Barrios. Luisa fue la primera de las Trece Rosas en entrar en prisión en la Cárcel de Ventas el 1 de mayo de 1939. No fue llevada al departamento de menores creado a iniciativa de María Sánchez Arbós, presa de la cárcel, aunque le hubiera correspondido por edad.
En su expediente consta que fue una de los acusados de un intento de complot contra el “general” franco el día del desfile en el primer año de la “victoria”, y de estar implicada en el asesinato del teniente de la guardia civil Isaac Gabaldón, su hija y el conductor José Luis Díez Madrigal el 29 de julio en Talavera de la Reina. La acusación era una farsa, una excusa para proceder a su asesinato. La acción fue atribuida a 3 miembros de las JSU, sin embargo no pudo ser Luisa, ni tampoco el resto de los acusados, todos ellos estaban encarcelados en el momento del atentado.
También fue acusada de intentar reconstruir a las JSU. Luisa admitió haber ingresado en el PCE en 1937. Ella reconoció que había sido parte de una célula comunista de la calle de Mateo Inurria. Dos vecinas atestiguaron a su favor diciendo que habían observado en ella una buena conducta pese a ser comunista. Fue condenada a muerte porque resultó probado que era «jefe de uno de los grupos de las JSU». Su primo, Isidro Hernández de la Fuente también fue condenado a muerte en la misma causa, y también asesinado.
La sentencia de la causa judicial, con fecha 3 de agosto, fue aprobada ese mismo día por la Auditoría de Guerra, pero en el texto se hacía constar que la ejecución de las penas de muerte permanecería en suspenso hasta que se recibiera el enterado del general Franco, Jefe del Estado. La sentencia se ejecutó el día 5 de Agosto de 1939 sin esperar a recibir ese enterado, que no fue firmado hasta el día 13, Luisa fue acribillada a balazos hasta morir, junto a sus compañeras, las 13 Rosas, en las tapias del cementerio del Este de Madrid. Las instancias de indulto no fueron cursadas por la directora Carmen Castro. Luisa Rodríguez de la Fuente tenía 18 años.
En esas tapias fueron asesinadas las 13 Rosas, con edades entre los 19 y los 29 años: Carmen Barrero Aguado, Martina Barroso García, Blanca Brisac Vázquez, Pilar Bueno Ibáñez, Julia Conesa Conesa, Adelina García Casillas, Elena Gil Olaya, Virtudes González García, Ana López Gallego, Joaquina López Laffite, Dionisia Manzanero Salas, Victoria Muñoz García y Luisa Rodríguez de la Fuente, sin olvidar a Antonia Torre Yela, la Rosa n.º 14, fusilada pocos meses después.
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