Vinuesa (Soria) 1936, los franquistas ASESINARON al alcalde EUSEBIO ALONSO SANZ, al secretario JUAN RODRIGO CALAVIA y al concejal FAUSTINO MORENO MARTÍNEZ

Vinuesa word pressDurante casi 30 años, el alcalde de Vinuesa había sido Baldomero Ramos Carretero, pero en 1936 el cargo pasó a ejercerlo Eusebio Alonso Sanz, que contaba 70 años y era secretario del Juzgado, plaza obtenida por oposición. Persona honestísima, gozaba de gran prestigio entre sus convecinos. Eusebio observó en la gestión de su antecesor ciertas irregularidades, haciendo público un llamado «Manifiesto a los Visontinos» en el que daba cuenta de que, durante 1935, había existido por parte del anterior Ayuntamiento una presumible malversación de 86.000 pts.

A los 3 meses de la publicación del folleto, el alcalde Eusebio Alonso Sanz, el secretario Juan Rodrigo Calavia y uno de los concejales, Faustino Moreno Martínez, fueron fusilados en plena ola revanchista de la guerra civil. Fue creencia generalizada entre el vecindario de Vinuesa que vivió la guerra civil que un detonante muy claro de los fusilamientos fue el manifiesto impreso. Sobre la culpa o no de los implicados en la malversación, y el final administrativo del asunto nada más se supo.

Faustino Moreno Martínez, cuñado de Juan Rodrigo, fue el primero de los tres visontinos detenido. Los franquistas lo detuvieron en su taller de carpintería, en Vinuesa. Fue conducido a la cárcel de El Burgo de Osma. En el momento de su detención, dijo a uno de sus hijos con una serenidad y laconismo impresionante: «no llores hijo, que el que libre va, libre viene; pronto vuelvo”. Fueron 2 guardias civiles quienes se lo IIevaron andando hasta el cuartel. Fue fusilado en el puente Ullán y trasladados sus restos al cementerio de Soria. Tenía 34 años, dejó viuda y 4 hijos.

Al comenzar la sublevación del 36, Eusebio Alonso Sanz se trasladó a Soria, él solo, quedando en Vinuesa su esposa y 2 hijas. Se hospedó en la pensión El Ferial, tan conocida como modesta, en la que permaneció 3 o 4 días. Allí fueron a buscarle varias veces un grupo de falangistas, 4 de ellos finalmente lograron detenerlo y directamente le trasladaron a un monte cerca de Fuentetoba. Durante el camino, Eusebio Alonso, que se mostraba sereno y entero, les explicó a los falangistas la responsabilidad en que iban a incurrir si lo fusilaban. Dos de ellos consultaron con un inspector de policía, tras lo cual infortunado Eusebio fue finalmente fusilado y su cadáver dejado en Fuentetoba, donde fue enterrado.

Juan Rodrigo Calavia contaba 28 años. Había estado antes de secretario en La Muedra, y a la sazón ejercía el mismo cargo en Vinuesa. Juan Rodrigo y su esposa Teresa Moreno regentaban la Fonda el Pinar, donde se albergaban 3 pedagogos de las Misiones Pedagógicas. El día 12 de agosto de 1936 Juan Rodrigo fue detenido por falangistas y encerrado en los calabozos de Vinuesa, donde pasó la noche. A la hora del desayuno y comida su esposa le llevó alimentos. Aquella misma tarde Teresa fue avisada de que su esposo iba en un camión camino de Molinos, donde le confesó un cura llamado Mariano, que nada hizo para evitar el asesinato de Calavia.

El infortunado Juan Rodrigo era un católico fervoroso, de los «de verdad». Tenía una hermana monja y sus padres y otra hermana, eran asimismo personas de arraigadas convicciones religiosas. Juan Rodrigo fue trasladado en un camión hasta Covaleda, donde recogieron a otros 2 detenidos, Regino Sánchez y Juan Antonio del Toro, trabajadores del Pantano de La Muedra. Los 3 fueron fusilados el 13 de agosto de 1.936 en el paraje «Campoespacio» de Calatañazor. Quienes les enterraron testimoniaron que después de ser fusilados, estuvieron 3 días abandonados.


Información original procedente de la obra de Gregorio Herrero Balsa y Antonio Hernández García, La represión en Soria durante la Guerra Civil


En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española