Gustavo Adolfo Muñoz de Bustillo Gallego (Gustau Muñoz), nació en Sevilla en 1962, era el 3º de 5 hermanos, una familia que se desplazó a Barcelona por trabajo del padre. Gustau era jugador de hockey sobre patines, escalador y fotógrafo. Estudiaba inglés y trabajaba en una agencia de viajes. Cercano a la CNT, activista en las movilizaciones de la enseñanza e independentistas, se integró en la Unión de Juventudes Marxistas-Leninistas del PCE (i). Vivió las turbulencias del tardofranquismo, en una manifestación de la Asociación de Amistad y Solidaridad con el Pueblo Saharaui, resultó herido por un pelotazo de goma en la frente.
El 11 de septiembre de 1978, fecha de la diada nacional de Catalunya, el PCE (i) convocó a su militancia a las 8 de la tarde en la Plaça de Sant Jaume de Barcelona, para discurrir hacia La Rambla en dirección a la Font de Canaletes, con el lema “Fuera las fuerzas de ocupación”. Los antidisturbios de la policía franquista aparecieron enseguida para disolver la manifestación. Eran unos 2.000 manifestantes cuando la policía cargó con botes de humo y pelotas de goma.
Al pasar por la calle Ferrán, un policía de paisano los persiguió a tiro limpio, alcanzando a Gustau por la espalda por una bala disparada a pocos metros de distancia. Dos policías intentaron sacarle la bala en el mismo lugar del crimen para no dejar huellas, y al no conseguirlo desaparecieron. El cadáver fue trasladado al dispensario de Pere Camps, en la avenida Drassanes y posteriormente al Hospital Clínic donde certificaron su muerte.
Al día siguiente la policía, al mando del comisario Miguel Rubio, que solo 2 meses antes había dirigido el operativo en los Sanfermines de Pamplona que habían causado la muerte de Germán Rodríguez dejando 150 heridos, ordenó que se adelantara la hora del entierro de Gustau Muñoz, para evitar el homenaje público de sus compañeros. Al enterarse, un centenar de militantes del PCE (i), UJML, CNT, y simpatizantes, se dirigieron al cementerio, siendo duramente reprimidos por los antidisturbios, y deteniendo a 30 militantes del PCE (i).
La represión contra el partido alcanzó tal magnitud que, prácticamente, en 2 meses la organización estaba liquidada, es muy probable que el asesinato de Gustau formaba parte de una estrategia bien definida para desarticular a un partido incómodo y radicalmente opuesto al rumbo que estaba tomando la transición.
El proceso judicial sobre el asesinato de Gustau estuvo plagado de irregularidades, la bala que lo mató desapareció, así como la camisa que llevaba el joven en el momento de su muerte, la audiencia nacional se inhibió de la causa, y el juzgado número 6 de Barcelona hizo varios intentos de concluir el proceso, sin procesar a ningún policía, hasta que, finalmente, en 1983, decretó el sobreseimiento de la causa. Los responsables del crimen quedaron del todo impunes.
Es uno de los 60 asesinatos perpetrados durante el tardofranquismo por los resortes del régimen dictatorial, veinte de ellos en Cataluña, la mayoría de los cuales han quedado impunes. Los familiares de Muñoz consiguieron en 2016 incluir su asesinato dentro de la llamada querella argentina que persigue los crímenes del franquismo. Un año más tarde, amigos y familiares de Muñoz colocaron una placa en la fachada de la calle Ferran, y desde entonces, cada año se le hace un homenaje durante la Diada Nacional.
En 2021 Jaume Domènech dirigio el documental Gustau, la Transición al descubierto
Documentos: Nueva Revolución (Angelo Nero). Wikipedia. Diari de sabadell (Ander Zurimendi). Llibertat.cat. Foto de la plca de Sergi Alcàzar
En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española
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