Parasimón, Lena (Asturias), 1937. Los franquistas ASESINARON y arrojaron a 22 REPUBLICANOS a 2 fosas

fosa de Parasimón word pressLuis Cienfuegos Suárez tenía 42 años en 1937, estaba casado con Amadora Fernández, con quien tuvo 5 hijos, María Luisa, Maruja, Paco, Pepe y Ángeles. Vivía en Santibáñez de Murias, concejo de Aller, Asturias y era originario de Parana, en el Concejo vecino de Lena. Era afiliado a Izquierda Republicana y a la Federación de Trabajadores de la Tierra de la UGT. En la guerra estuvo en el Batallón de milicias socialista “Manuel Llaneza”. Pasó a trabajar en el ayuntamiento de Aller como “empleado de arbitrios” en el Fielato, una “aduana” de la época entre concejos.

Los franquistas entraron en Asturias en octubre del 37. Cienfuegos fue detenido en su casa, llevado a la “cárcel” de Moreda y al cabo de unos días montado en un camión para ser trasladado al penal de San Marcos (León), pero poco antes del puerto de Pajares, fue bajado junto a unos 22 compañeros y asesinado por los guardias civiles y los falangistas que los llevaban. Los cuerpos quedaron tirados en el campo y fueron vecinos del pueblo los que al día siguiente cavaron 2 fosas separadas por unos 100 metros y los enterraron.Un testigo presencial vio cómo lo fusilaban allí mismo, tras ser detenido en Moreda, se llama Celestino García. Su relato no nos deja indiferentes:

Tenía 16 años, acercándome a los 17, iba un aciago día a caballo, del que no recuerdo la fecha, camino de la Mortera (Pajares), para recoger leña, cuando me di cuenta que detrás de mi, venía un camión. Al alcanzarme y una vez a mi altura, uno de los ocupantes de la cabina, de los que armados iban me dijo, ¿chaval a donde vas?, se lo expliqué y me contestó, ¡pues camina delante o detrás! Yo estimulé al animal y me fui delante del vehiculo, me olía lo que pasaba. Llegado al lugar, me acerque hasta donde había un montón de leña, un poco alejado de la cuadra, en un sitio conocido como Parasimón y me dispuse a cargarlo en el caballo.

Cuando esto hacía, comenzaron a sonar disparos, poco a poco arrastrándome, siempre procurando ir bien escondido, me situé en un lugar donde se veía todo lo que estaba ocurriendo. Lo que allí sucedió fue atroz, había 2 grupos de personas, uno de 10 y otro un poco más apartado de 12, pero ambos cercanos a la cuadra que allí existía, hombres atados de pies y manos a tiros los asesinaron. Y una vez que dejaron de disparar, con cuchillos, machetes y navajas, les cortaron los rostros desfigurándolos, para que así no pudiesen ser reconocidos con facilidad.

Los asesinos se fueron, con el terreno debidamente despejado de “animales de dos patas” bajé rápidamente al pueblo de Pajares, se lo hice saber al maestro, que era como el representante de la autoridad, y este reunió un grupo de hombres, que con las debidas herramientas se fueron al lugar de los crímenes. Abrieron 2 grandes fosas, enterrando cada grupo junto y en el mismo lugar donde se encontraban los cadáveres.

Los homicidas, algunos al irse, según me dijo la mujer que con ellos habló, una del pueblo, bajaron a pie, antes que el camión, al pasar cerca de la cuadra, donde esa mujer se encontraba ordeñando y atendiendo a sus vacas, uno le pidió un poco de leche. Al dárselo en un vaso la mujer vio que tenía su calzado manchado de sangre y se lo hizo saber, a lo cual el individuo riéndose al tiempo que causaba la risa de sus compañeros le contesto ¡normal, es que venimos de matar castrones!”.

No fue esta la única vez que Celestino fue testigo de los crímenes fascistas. Ese mismo año, en la “curva del coto”, en la carretera del puerto, vio llegar un camión seguido de 3 coches. Pararon en la curva, se apearon algunos guardias civiles, e hicieron bajar del camión a unos 40 prisioneros, hombres jóvenes. Les hicieron caminar hasta la parte baja del muro de la carretera, y allí les ataron los pies y les hicieron cavar su propia fosa. A saltos, con los pies atados, les arrimaron al muro justo sobre la fosa, alineados, los ametrallaron cayendo al interior de agujero.

La familia de Luis Cienfuegos impulsó la investigación de la fosa. Los familiares se han constituido en la Asociación de Familiares y Amigos “Fosa de Parasimón” para gestionar la exhumación de la Fosa, recuperar la Memoria, dignificar el lugar, y reclamar Justicia y Reparación. Dos arqueólogos elaboraron un informe preliminar que ha localizado a la perfección la línea de fusilamiento y el lugar en el que se pueden encontrar las víctimas. Las excavaciones han dado resultados positivos, los primeros restos ya están apareciendo. En el Concejo de Lena en Asturias hay 26 fosas comunes localizadas, y 500 enterrados.


Documentos: Aitana Castaño Díaz. Público (Alejandro Tena). Fosa de Parasimón (origen de las imágenes). Crónicas a pie de fosa (Jesús Pablo Domínguez Varona & Aiyoa Arroita Lafuente). Radiotelevisión Principado de AsturiasInforme sobre la fosa común de Parasimón (por Jesús F. Torres Martínez y Antxoka Martínez Velasco). Mapa de fosas comunes de Asturias


En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española