FRANCISCO RODRÍGUEZ LEDESMA, ASESINADO por un disparo de la policía franquista en Sevilla, durante una manifestación de trabajadores en 1977

Francisco Rodrguez Ledesma word pressFrancisco Rodríguez Ledesma, de 56 años, albañil, afiliado a CC. OO, vivía junto a sus padres y 7 hermanos. Hacia las 10 de la noche del 8 de julio de 1977, participaba junto a vecinos del barrio El Cerro del Águila (Sevilla) en una concentración de trabajadores de la empresa textil Hytasa, que desde hacía más de 15 días se concentraban a las puertas de la factoría, para denunciar el expediente de crisis que amenazaba la pérdida de 2.000 puestos de trabajo.

Antonio Antúnez, alcalde de El Cerro del Águila, ha señalado que, contrariamente a lo ocurrido en días anteriores, en esta ocasión la fuerza pública no dio tiempo a los manifestantes para disolverse, disparando pelotas de goma y bombas de humo. En medio de la confusión, un hombre alto, con gafas, de 45 a 50 años y vestido con una camisa cubana, bajó de un Seat 1500 de color crema, y apoyándose en el brazo izquierdo efectuó 5 disparos contra los concentrados, uno de los cuales alcanzó por detrás a Francisco Rodríguez.

El coche, ocupado por 3 personas, se situó a continuación junto a los autocares de la Policía Armada, que prosiguió dispersando a los manifestantes. La fuerza pública permaneció en el lugar de los incidentes hasta las 2 de la madrugada. El herido fue trasladado en un automóvil particular a la residencia sanitaria García Morato. La bala le penetró por la espalda, alojándose en el abdomen y provocándole estallido del bazo, perforación del colon y hemorragia en el polo superior del riñón izquierdo. Francisco finalmente murió el 4 de enero de 1978, tras 5 operaciones y un prolongado ingreso en el hospital Virgen del Rocío.

Los trabajadores de la empresa, tras los tristes sucesos, se concentraron en señal de protesta, protagonizando una silenciosa marcha hasta donde el día antes cayera su compañero. El Gobierno Civil de Sevilla difundió una nota según la cual, tras ser dispersados los manifestantes, un grupo de 100 personas identificó a un coche policial, “dirigiéndose contra el mismo y arrojándole piedras con propósitos claramente agresivos, viéndose obligados los ocupantes a salir del coche y efectuar unos disparos al aire”. La publicación de esta nota provocó una auténtica indignación popular y durante los días siguientes, asambleas obreras, centrales sindicales y partidos políticos pidieron la destitución del gobernador y el esclarecimiento de los hechos, especialmente esos «tiros al aire» tan propios de la policía político-social.

Rosario Rodríguez Ledesma no olvida el día de la muerte de su hermano, 40 años después. “Cientos de personas quisieron acompañar a la familia desde el hospital al cementerio en un cortejo que no fue finalmente permitido”, aunque fueron de todas formas y delante de la policía pidieron responsabilidad a “aquellos fascistas en una larga caminata hasta el camposanto”.

El asesinato de Paco fue similar a otros 150 crímenes cometidos durante la “transición”, en la que los aparatos franquistas no fueron depurados y todos sus crímenes desde 1936 quedaron impunes. Las víctimas no fueron dignamente enterradas ni honradas, ni sus patrimonios robados han sido devueltos. El grupo Recuperando la memoria de la historia social de Andalucía  de CGT (RMHSA),de CGT, reivindica a las víctimas por “disparos al aire” trágicamente frecuentes en la transición, causantes de muchos heridos y fallecidos, así como que la esquina donde fue alcanzado se considere “lugar de memoria”, recordando que Francisco Rodríguez Ledesma fue una víctima de la transición y del franquismo. El asesino de Francisco nunca identificado, jamás condenado.


Documentos: Todos los Nombres. El País (José Aguilar). El Plural (Marcos Paradinas). Público (María Serrano). Imagen de la placa, La Voz del Sur


En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española