Durante la Guerra Civil, en La Puebla de los Infantes no triunfó el golpe de Estado. Según la investigación del historiador Juan José Cuenca Toribio, podemos destacar que entre el 18 de Julio y el 20 de Agosto, durante 34 días, el pueblo permaneció bajo control de un Comité Revolucionario, integrado por líderes de la izquierda (Partido Socialista Obrero Español, Unión General de Trabajadores, Partido Comunista de España, y Republicanos).
Los tres primeros días de la rebelión fascista, las fuerzas del puesto de la guardia civil estuvieron patrullando las calles. El 21 de Julio se replegaron al cuartel donde fueron sitiados por los milicianos del Frente Popular; dos días más tarde se rindieron por agotamiento de municiones. Durante las conversaciones de rendición murió Isidoro García Sánchez, sargento del puesto de la guardia civil de Peñaflor, única persona muerta en la Puebla durante el período de control Republicano; el resto de muertos fueron consecuencia de la represión franquista cuando estos tomaron el pueblo. Los guardias civiles fueron encarcelados en Peñaflor y posteriormente liberados por las fuerzas golpistas.
La población fue bombardeada a media mañana del 15 de Agosto por una avioneta “nazional”, siendo lanzadas tres bombas, y en el transcurso del mismo murieron dos personas, Rosario Muñoz Serrano y una segunda sin identificar. La entrada de fuerzas nazionales ocurrió el 20 de Agosto de 1936, sin ninguna resistencia en el pueblo, exceptuando algunas barricadas en la calle Mesones, la plaza Santa Ana, la esquina entre la calle Ramón y Cajal con Jacinto Benavente. Las tropas que tomaron el pueblo correspondían a un Regimiento o Tabor de Regulares, y la Policía Montada, esta última al mando del Comandante Alfredo Esquicia Aranda y formada por escuadras de las poblaciones cercanas de Peñaflor y Lora del Río.
Dos días después de la llegada de los militares, comenzó la represión. Se iniciaron los fusilamientos y se prolongaron hasta noviembre de 1936. Los primeros fusilamientos empezaron el 22 de Agosto, y los últimos el 24 de Noviembre. Fueron asesinadas un total de 38 personas. Entre huidos y desaparecidos se contabilizaron 232 personas.
Luis Pineda, hijo de Luis Pineda San Vicente, cuenta como el terrorismo franquista mató a su padre en Puebla de los Infantes. Los fascistas fueron a su casa a buscar a su padre que estaba durmiendo la siesta. Llamaron, salió la madre – ¿Qué quieren? -Venimos a por tu marido. Se lo llevaron detenido. Luis Pineda no volvió y de él no se supo más. Tras ser apresado lo llevaron a algún sitio y le mataron de dos tiros. Luis acabó en un internado donde «todos los muchachos tenían su propia historia». Era muy muy duro para los hijos de los rojos.
María Josefa Cano López era una mujer de familia humilde, gente de campo, muy pobre, vivía en una casa con suelo de barro, no tenía para más. María Josefa Cano fue asesinada al ocultar el paradero de sus hijos, y ofrecer su vida a cambio de la de ellos. Lo explica claramente su bisnieta, Eva Oliva, concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Sevilla y presidenta de la Asociación Sevillana Verdad, Justicia y Reparación: «Una madre hace eso, no delata a sus hijos, que habían escapado a los montes huyendo de la muerte que les esperaba«. A María Josefa la subieron a un camión, la mataron y la dejaron tirada en una cuneta, igual que a los otros.
Documentos: Todos los Nombres. Las huellas en la tierra, Anuario 2016-2017. Intervenciones en fosas comunes del franquismo en Andalucía por Juan Miguel Baquero.
En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española
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