HIGINIO CARROCERA MORTERA, el miliciano ANARQUISTA que nunca RECULABA, condecorado por su heroica defensa de El Mazucu, FUSILADO por los fascistas en 1938

Higinio Carrocera word pressHiginio nació en Barros (Langreo), en 1908, en una familia obrera. Trabajó en el campo y como metalúrgico en Duro Felguera afiliándose a la CNT. La Felguera y Gijón, eran bastiones anarcosindicalistas en cuyo ambiente se formó Higinio. Participó activamente en todas las luchas sociales, siendo detenido muchas veces, desde los años 1930, y después con la República. Al comenzar la Guerra Civil participó con la CNT y la FAI en la toma del cuartel de la guardia civil de La Felguera, y el 20 de julio, con 400 anarcosindicalistas, tomaron Gijón y sus 3 bastiones facciosos, la fábrica de gas, el cuartel de la guardia civil, y el fuerte del cerro de Santa Catalina.

El 21 de agosto, tras combates encarnizados, encabezó la captura del cuartel de zapadores de El Coto y Simancas. El arrojo de Higinio fue vital y evitó una masacre, ordenando a gritos acabar con la matanza, ya que debían salvar a militares republicanos presos en el interior del cuartel. Higinio Carrocera se convirtió en un miliciano intrépido cuya leyenda le precedía, por su capacidad para la dirección de la batalla, su empeño en evitar represalias entre los enemigos capturados, la captura de preciado armamento, su habilidad para moverse con agilidad por todos los frentes. Fue el responsable de la voladura del puente sobre el Nalón entre Muros y Soto que detuvo el avance franquista por el Occidente.

En Langreo formó un batallón de unos 500 combatientes, el 24 de agosto en Salas frenó a las columnas franquistas que avanzaban desde la costa gallega por Malleza y Mallecina, y con astucia, dinamita y coraje las hicieron retroceder hasta San Martín de Luiña. Después en Villafría fue herido de gravedad, pero se recuperó y se unió a los esfuerzos por parar a las columnas que se dirigían a Oviedo, Fue destinado 6 meses a Belmonte poniendo en graves aprietos las comunicaciones de los facciosos.

En septiembre de 1937 los franquistas arremetían con fuerza tras tomar Santander. Higinio y la 192 brigada móvil a su mando les hicieron frente. El día 8 las brigadas fascistas avanzaban desde Llanes tratando de forzar las posiciones leales del desfiladero del Mazucu. Los franquistas disponían de 33.000 hombres apoyados por los bombardeos del buque Almirante Cervera, y por un impresionante número de aviones de la Legión Cóndor, cazas y bombarderos Heikel 46. Su ímpetu fue frenado en seco por las fuerzas republicanas, que aunque no superaron nunca los 6.000 efectivos, derrocharon coraje y heroísmo conteniendo durante 15 durísimos días la poderosa maquinaria de guerra fascista y retardando la caída del frente Norte. El papel de Higinio Carrocera fue decisivo, los que lucharon a sus órdenes lo bautizaron como ‘El héroe del Mazucu’. En octubre seguían combatiendo en Cangas de Onís.

El 3 de octubre se concedió a Higinio Carrocera la Medalla de la Libertad, pero no acudió a recogerla, comunicó por teléfono que las medallas “están en las trincheras”. Pero la resistencia era imposible, el frente del Norté cayó, era la desbandada. Higinio decidió embarcar el último: Julián Zugazagoitia cuenta en su obra Guerra y visicitudes de los españoles: «..se acercó al muelle, negro de noche, la silueta de un hombre. Alguien le reconoció. A voces, le invitaron a saltar a bordo. El hombre preguntó: «¿Hay sitio para mi gente?». Le contestaron: «No. Sólo tenemos sitio para ti». Sin cambiar el tono. Carrocera gritó a los del barco: «Entonces… ¡salud, camaradas!». Y volviendo sobre sus pasos, se fue metiendo dentro de la sombra de la noche, en busca de las balas de los piquetes..». Tras ser capturado, fue conducido a La Coruña y a la cárcel de Oviedo. Acusado de “rebelión militar” los franquistas quisieron aprovechar su valor y capacidad militar, y trataron infructuosamente de captarlo para sus filas. Fue condenado a muerte en una farsa de juicio.

Higinio escribió a sus compañeros: “Me ha correspondido La Filomena en el Consejo de Guerra, pero no me importa, es un orgullo morir por la libertad, una causa justa y noble”. Se arrancó 4 piezas de oro de su dentadura para que se las hicieran llegar a su madre. Delante del pelotón Higinio arengó a los soldados exculpándoles “del acto criminal que vais a cometer, los oficiales son los únicos responsables, quizás algún día tengáis que enfilar vuestros fusiles contra ellos. ¡¡Viva la CNT, viva la libertad!!”. En esa misma jornada fueron ejecutados 30 prisioneros de un total de 259, que fueron asesinados durante esos días. A las 5:30 de la mañana del 8 de mayo de 1938 los franquistas fusilaron en el cementerio civil de Oviedo a un hombre extraordinario, el anarcosindicalista Higinio Carrocera Mortera, tenía 30 años.


Documentos originales: El Comercio, (M. Gutiérrez), La Marea (Félix Población), Atlántica, Jesús Aller, Antón Saavedra. Y la obra del periodista ovetense Fernando Romero: Caerán bajo la espada. Higinio Carrocera, la lucha de un anarquista


En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española