ANTONIA TORRE YELA, La «ROSA» Decimocuarta, FUSILADA por los franquistas el 19 de febrero de 1940

Antonia Torre Yela word pressAntonia Torre Yela, de 18 años,  vivía con su familia en el barrio madrileño de Tetuán, un suburbio muy humilde. Su padre era guardia jurado, murió durante la guerra. Varios hermanos de Antonia lucharon en la guerra por la República y al menos 2 murieron. También murió su madre Micaela, por enfermedad, hambre y tristeza. Antonia Torre Yela trabajaba en una fábrica de sobres. Era vecina y amiga de Luisa Rodríguez de la Fuente, una de las Trece Rosas, estaban afiliadas a las JSU desde 1936 colaborando en trabajos de retaguardia.

Al acabar la guerra se incorporó al sector de Chamartín de la Rosa, que se estaba formando en la clandestinidad. Fue detenida junto a Luisa Rodríguez de la Fuente​ y trasladada a la prisión de Ventas el 3 de junio de 1936. En la cárcel, la torturaron, le cortaron el pelo al cero, «hicieron con ella lo que quisieron», y la condenaron a muerte. ​ Fue juzgada junto a las 13 Rosas y, en sentencia del 13 de agosto de ese mismo año, fue condenada a muerte.

Por un error de transcripción, en el oficio entregado al piquete de ejecución figuraba como Antonio, fueron 13 mujeres y 43 varones los fusilados en la saca de 5 de agosto de 1939 y no 57. Su nombre figuraba en la aprobación de la sentencia del 3 de agosto por la Auditoría de Guerra, pero un oficio de la Jefatura de Servicio de Orden Público de Madrid incorporado a la causa, informando con fecha 5 de agosto de la ejecución realizada a las 4’30 horas, declaró que no había sido efectuada.

Recientemente (2006), un sobrino de Antonia informaba en carta a un periódico que la versión familiar de su muerte era que las autoridades habían esperado a que cumpliera los 19 años antes de ejecutarla: la familia nada había sabido del error burocrático. Antonia seria finalmente ejecutada el 19 de febrero de 1940 en compañía de las 2 hermanas Casado. Concepción Casado Malsipica había ingresado en Ventas el 29 de abril de 1939, con 36 años. Con ella ingresó su hermana Fernanda el 13 de julio de ese mismo año, con 22, estaba casada y entraba con un niño de 2 meses llamado Enrique Mamad. A ambas las maltrataron y apalearon cruelmente, y al hijo lo lanzaron violentamente contra un sofá.

La impresión que en la cárcel de Ventas causó el fusilamiento de las Trece Rosas, aquella primera saca en el departamento de menores, donde había jóvenes de hasta 15 años, fue enorme. Contra la pena de muerte, no valía ya la juventud o incluso la minoría de edad -legal, que no judicial- como defensa. Como señalaba otra presa de la época franquista, Josefina Amalia Villa, “En menores había además el choque de muchas chicas que, en situación peligrosa, se habían sentido protegidas por su minoría de edad. Ya ni eso valía. Ya no había defensa”.

En esas tapias fueron asesinadas las 13 Rosas, con edades entre los 19 y los 29 años: Carmen Barrero Aguado, Martina Barroso García, Blanca Brisac Vázquez, Pilar Bueno Ibáñez, Julia Conesa Conesa, Adelina García Casillas, Elena Gil Olaya, Virtudes González García, Ana López Gallego, Joaquina López Laffite, Dionisia Manzanero Salas, Victoria Muñoz García y Luisa Rodríguez de la Fuente, sin olvidar a Antonia Torre Yela, la Rosa n.º 14, fusilada pocos meses después.


Documento original en: Quienes erany en la Tesis Doctoral de Fernando Hernández Holgado «La prisión militante: las cárceles franquistas de mujeres de Barcelona y Madrid (1939-1945)», así como en el libro del mismo autor «Mujeres encarceladas: la prisión de Ventas, de la República al franquismo 1931-1941». Las Sinsombrero Castro Urdiales.


En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española