VIOLENCIA sexuada franquista en las Cinco Villas (Zaragoza). Parte 2, REPUBLICANAS ASESINADAS

Crimenes franquistas contra las Republicanas en Cinco Villas 2 word pressViene de Parte 1, Represión contra las Mujeres.

Entre las asesinadas una figura emblemática fue Cándida Bueno, maestra de Castiliscar, que con 23 años fue torturada, violada y fusilada el 16 de septiembre de 1936 junto a su hermano Manuel. Ejeana era Julia Abadía Navarro, «la Curra», activa socialista que escapó con su hermano y su compañero. Había dejado una hija muy pequeña y el remordimiento la hizo regresar. Fue asesinada el 14 de agosto de 1936.

De Bagüés era Desideria Giménez Moner, de 16 años, militante de las JSU. Había portado la bandera roja en la manifestación del 1 de mayo. La asesinaron junto con Pilar Vizcarra, embarazada. Lo estaba también, de gemelos, la joven uncastillera Basilisa Casaus. Su novio era uno de los dirigentes locales de la CNT. Le faltaban una o dos semanas para alumbrar. Guardia civil y falangistas decidieron esperar para matarla, pero un primo suyo, sacerdote insistió en que el asesinato se cometiera cuanto antes, como así fue: «muerto el animal, muerta la rabia». También asesinaron a su hermano.

Durante la toma de Sos del Rey Católico fueron asesinados a tiros por la guardia civil Saturnina Arbea Villacampa, con 12 hijos, y Mariano Legarre Mínguez, a ambos los enterraron de forma anónima. Después asesinaron al menos a 10 mujeres sosienses más: 3 de la misma familia (las hermanas Asunción Adela Campaña Ortiz, y su hija Pilar Carro Campaña). Quizá el caso más conocido sea el de Pilar Bueno Ibáñez, modista de 27 años, afiliada al PCE, una de las «Trece Rosas». El 3 de agosto de 1936 perdieron la vida, entre otras, Clementina Remón Soteras, de 38 y la joven Encarnación Compains Bandrés, de tan solo 16; 2 días antes habían asesinado a sus padres en Zaragoza. Las 2 fueron detenidas en Sos y conducidas junto a 17 hombres hasta Sádaba para ser arrojadas a una fosa común con todos ellos.

En Sádaba asesinaron a varias vecinas: Martina Luna, de 34 años, fue detenida junto a Elena Cortés «la Churrera», de 47. Fueron rapadas, paseadas por el pueblo, y fusiladas el 29 de agosto de 1936 en el cementerio de Castiliscar. Martina tenía 3 niñas pequeñas. Elena Cortés supo de la muerte de su hijo 17 días antes de ser asesinada. La sadabense asesinada más conocida fue Pilar Salvo Jiménez, maestra en Zaragoza, madre de 3 hijos, reconocida miembro del Partido Socialista y militante feminista. Fue detenida en su pueblo para fusilarla en Zaragoza el 22 de agosto de 1936.

Uncastillo fue uno de los municipios que más población perdió. Se dio caza a 17 mujeres, a 10 de ellas las detuvieron falangistas del pueblo el 30 de agosto de 1936. Tras encerrarlas en los calabozos del Ayuntamiento las trasladaron a la cárcel de Ejea de los Caballeros. El 31 de agosto las fusilaron en el cementerio de Farasdués, algunas pidieron rezar el rosario antes de morir. Una de ellas era Josefa Casalé Suñén dejó 6 hijos. Era costurera, religiosa, y Republicana. Impartía clases a la gente humilde. Junto a Josefa los falangistas fusilaron también a otras 9 mujeres de Uncastillo. Después de matarlas las arrojaron a la misma fosa: Lorenza Arilla Pueyo, Narcisa Pilar Aznárez Lizalde, Inocencia Aznárez Tirapo, Julia Claveras Martínez, Isidora Gracia Arregui, Melania Lasilla Pueyo, Felisa Palacios Burguete, Andresa Viartola García y Leonor Villa Guinda. Sin juicio y sin guerra. Pura represión.

Tenían entre 32 y 61 años. Un grupo de falangistas en nombre de España, de dios y de los franquistas fusilaron a mujeres como Narcisa, 32 años, madre de 3 hijas y cuyo único ‘delito’ era tener un hermano de la CNT que había huido al monte. El 30 de agosto los falangistas entraron en su casa mientras preparaba la cena para sus 3 hijas que habían ido a por azúcar y café. Cuando regresaron su madre ya no estaba. O a Isidora, hornera, madre de 3 criaturas y reconocida socialista. A Lorenza se la llevaron aquella misma noche. Buscaban a sus hijos, y al no dar con ellos optaron por detenerla; tenía 61 años. Sin olvidar a Melania, asesinada por ser la hermana del primer teniente de alcalde de Uncastillo, ni al resto de mujeres y hombres de Uncastillo que fueron ejecutados en el verano de 1936.

En Uncastillo, unos falangistas fueron a buscar a su casa a las hermanas Lourdes y Rosalio Malón Pueyo, de 18 y 23 años respectivamente, costureras, de las JSU, acusadas de coser una bandera Republicana. Preguntaron por ellas a su madre Francisca Pueyo Prat: “No lo sé, pero aunque lo supiera no os lo diría”. Fue abofeteada, detenida, y fusilada en Luesia el 2 de agosto de 1936, junto a otros de sus vecinos como el matrimonio de Josefa Guinda Micaley y Juan Arregui Biota, que dejó 3 hijos pequeños. Unos falangistas batieron el monte persiguiendo y dando caza hasta matar a Rosario y a Lourdes, quien probablemente fue violada.


Original de la historiadora Cristina Sánchez, autora del Documento «Purificar y purgar. La Guerra Civil en las Cinco Villas«


En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española