En 1937, esbirros franquistas ASESINARON al concejal SOCIALISTA de Calahorra ÁNGEL PUERTA SUBERO

Angel Puerta Subero word pressEn marzo de 1937 uno de los objetivos más buscados por los fascistas calahorranos era el concejal Ángel Puerta Subero. Un joven de 34 años, de profesión hojalatero, que también había ejercido como conserje en el Centro de Higiene. El crimen por el que se le buscaba era el de ser concejal del PSOE desde 1931. También era Secretario General de la Agrupación Socialista de Calahorra y máximo responsable del PSOE. Estaba afiliado a UGT, presidiendo la sección de “Profesiones y oficios varios”.

Ángel estaba casado con Julia Sáenz Escorza, no tenían hijos. Participaba en numerosas actividades culturales, formando parte de grupos de teatro como el Cuadro Artístico de La Casa del Pueblo, y clubs de lectura. Fue consciente desde el primer momento de la clase de asesinos que estaban tomando el control de Calahorra el 18 de julio, por lo que escapó de la ciudad. Se refugió durante meses en la sierra de Los Agudos, junto a otros Republicanos a los que los franquistas buscaban para asesinar.

A Puerta consiguieron asesinarle el 7 de marzo de 1937. Fue el último de los 6 concejales asesinados en Calahorra. Ese mismo día fue visto y delatado por un guarda agrícola, en compañía de otros fugitivos (Marcelino Garrido Aldama, Luis Gil y los hermanos Calatayud) en las cercanías del Ebro, junto a unas mujeres que al parecer les llevaban alimentos; la esposa e hija de Luis Gil.

Fue apresado momentos más tarde en los sotos del Ebro tras varios disparos de los fascistas, y atado se le trasladó hasta el barrio de Murillo donde finalmente se le asesinó, alegando sus asesinos que “una vez atado y preso intentó escapar…por lo que hubo que dispararle”. Su viuda fue perseguida, insultada, registrada, expoliada y se arruinó su vida. Le raparon la cabeza, le dieron aceite de ricino y la pasearon por las calles.

Fue enterrado en la sección de suicidios del cementerio municipal de La Planilla. Años después sus restos fueron trasladados a un sencillo panteón familiar donde descansa a escasos cinco metros del panteón de los fusilados y fusiladas de esta ciudad.


Documentos: Como puños.2 ( Jesús María García). Fundación Pablo Iglesias. Y el libro de Jesús Vicente Aguirre, “Aquí nunca pasó nada


En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española