CRÍMENES franquistas en Valladolid. Parte 1, La REPRESIÓN

Valladolid word pressEn Valladolid apenas sí hubo Guerra Civil, la resistencia a los sublevados fue escasa. En una semana toda la provincia quedó bajo control militar. En la capital había trabajadores ferroviarios, concienciados y politizados, y una pequeña y mediana burguesía de profesionales liberales cultos y progresistas que simpatizaba abiertamente con el sistema democrático Republicano. Enfrente, las clases altas monárquicas y conservadoras, los propietarios rurales, falangistas, mandos medios del ejército, guardia civil y de Asalto, comprometidos con la rebelión militar, y la Iglesia católica, oponente tenaz de la República.

El día 18 de Julio, oficiales medios y falangistas bajo la supervisión del general Saliquet tomaron los edificios de la radio, correos, telégrafos y telefónica y el edificio de la división, arrestando al general Molero y ejecutando a los comandantes Liberal y Rioboo. Se ocupó la estación del Norte, la fábrica de gas y demás centros neurálgicos, se tomó el Gobierno Civil, se cañoneó a socialistas y Republicanos reunidos en la casa del pueblo, deteniendo a 800, muchos de los cuales serían fusilados más adelante.

Las actas municipales confirman que en 220 de los 230 municipios de la provincia el traspaso de poder de las corporaciones democráticas a las gestoras fascista se condujo guardando “estrictas formas de normalidad, dentro de las circunstancias”: Un destacamento de la guardia civil acordaba con las personalidades afines a los sediciosos una corporación. Sin embargo, la falta de resistencia de los Republicanos, no significó una ausencia de represión.

Comenzaron las detenciones masivas, asesinatos de autoridades, de afiliados a partidos Republicanos o de izquierdas, sindicalistas, maestros, no creyentes, familiares, madres, padres y hermanos de los que osaban escapar. Entre julio y diciembre de 1936 se detuvo a más de 2.000 vallisoletanos, hacinados en las comisarías y cárceles de la ciudad, especialmente las cocheras de tranvías; la cifra ascendió a 3.000 en 1940. Durante y después de la guerra, los franquistas fusilaron en Valladolid capital en torno a 40 personas cada día, hay documentados mas de 600 casos. Los derechistas asistían al espectáculo de las ejecuciones en el campo de San Isidro, donde un puesto ambulante acompañaba el macabro evento con churros y chocolate.

La estrategia estaba clara, el exterminio de todas las personas afines y simpatizantes del Frente Popular. Entre el 19 de julio y el 4 de agosto llevaron a cabo una frenética espiral de detenciones y fusilamientos. En el mes de agosto casi 550 personas fueron asesinadas o desaparecieron definitivamente. Los muertos por la represión se acercan a las 3.000 personas. De ellas, 446 personas (5 mujeres) fueron ejecutadas tras los juicios sumarios. Entre paseados y desaparecidos han constatado una cifra de 1.601 personas, de ellas 124 mujeres.

Sólo entre el 19 y el 24 de julio, aparecen 65 registros de defunción o desaparición. Entre el 25 de julio y el 4 de agosto la cifra de asesinados asciende a alrededor de 150. A partir de la noche del día 5 al 6 de agosto las cifras de muertes son contundentes. En 2 días desaparecieron o murieron 114 personas. Entre el 6 y 15 de agosto fueron 200 personas. Del 15 al 30 de agosto fueron asesinadas 233. Total, en agosto 550. En septiembre 260, y en octubre 125. Casi mil vallisoletanos fueron asesinados en menos de 3 meses. En los 12 meses siguientes cayeron entre 10 a 50 personas por mes.

La ARMH de Valladolid ha documentado en la obra “Todos los nombres” el asesinato de 2.334 ciudadanos en la provincia (se cree que fueron 3.000), durante la Guerra de España y los primeros años de dictadura, y más de 7.000 represaliados. Hay que sumar 238 que murieron en las cárceles y 29 ciudadanos asesinados en la fuga del fuerte de San Cristóbal. Hubo 20 vallisoletanos que fallecieron en los campos de concentración nazis.

Durante la guerra y posguerra no cesó el goteo de sangre. Lugares de ejecuciones en la capital eran el Campo de San Isidro, y fuera de ella los Montes Torozos. En el Cementerio del Carmen se ubica una de las mayores fosas comunes de la guerra civil. Las víctimas eran sometida a juicios ilegales, sin garantías, sin defensa, sin apelación, acusados de rebelión militar por los militares sublevados contra la legalidad constitucional a la que habían jurado lealtad por su honor. Los presos eran fusilados en las afueras de la ciudad por la noche, por cuadrillas de falangistas, japistas, guardia civil y policía sin siquiera el simulacro de un juicio. Los cuerpos aparecían en el Prado de la Magdalena, los muros del cementerio, el Canal y la explanada del Carmen.

Mal que le pese al gobierno actual y a las organizaciones que lo siguen, la Memoria Histórica será Republicana o no será nada. A pesar del tiempo transcurrido, del silencio, de la voluntad de muchos por mantener el silencio impuesto y de la falta de voluntad política para encarar el problema, la verdad acabará por ser conocida.

Continúa en Parte 2, Las VÍCTIMAS


Referencias: Textos de Orosia Castán en Último CeroGolpe de estado franquista: así fue en Valladolid y Represión franquista en Valladolid. El Norte de Castilla (Enrique Berzal).


En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española