Muchas mujeres eran detenidas, no porque estuvieran implicadas en la vida política sino que en muchas ocasiones su delito era el denominado «consorte», es decir, por ser familiares de hombres contrarios al régimen. Es lo que le ocurrió a Margalida Jaume Vanrell. Se conoce su historia a través del testimonio de su hija, Francisca Alomar Jaume, quien hace parte de la querella y del peritaje presentado por Bartomeu Garí.
Margalida y su esposo Antoni Alomar Mas, eran relojeros en la localidad mallorquina de Manacor. Tenían dos hijas, Antonia y Francisca, de 8 y 11 años de edad en el momento de ocurrir los hechos. En agosto de 1936, sin motivo aparente, Antoni, el marido de Margalida, fue trasladado a la comisaría de Manacor donde fue retenido. Tras una semana sin noticias suyas, un grupo de franquistas se personaron en el domicilio familiar y explicaron a Margalida, embarazada de 7 meses, que iban a poner en libertad a su marido pero que necesitaban que ella fuera para tomarle declaración. Margalida se presentó en la comisaría, aunque horas después pusieron en libertad a su marido pero no a ella, aunque al final volvieron a detener a Antoni.
Engañaron al matrimonio obligando a Margalida a acudir a la comisaría como requisito para liberar a su marido manteniéndola a ella presa, pero él fue apresado de nuevo poco después, con lo que Margalida y su marido quedaron definitivamente detenidos. Fueron sometidos a todo tipo de humillaciones, sufrieron torturas y finalmente se procedió a la ejecución de ambos. Años después, un vecino del pueblo único testigo de las violaciones que sufrió Margalida, contó a su familia que vio, o al menos escuchó decir a uno de los falangistas que violó a Margalida: “Nunca me había gozado a una embarazada”.
Vino mi abuelo de Llubí a Manacor y fue a preguntar por ellos al que entonces mandaba, que le decían el “Capitán Jaume”. Le preguntó por su hijo y por su nuera por si él podía hacer algo por ellos, y entonces el “Capitán Jaume” le contestó que su hijo y su nuera no necesitaban nada porque estaban muertos. El pobre hombre, de la impresión, se desmayó al saber que “los habían asesinado”.
El caso de Margalida es el primero de los seis que recoge una querella presentada por la organización Women’s Link ante la juez argentina María Servini, titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal número 1 de Buenos Aires (Argentina), donde se instruye la causa por los crímenes del franquismo. La querella, que ampliará la causa que ya se está investigando, denuncia las violaciones de mujeres y crímenes por razón de sexo cometidos bajo el paraguas del régimen franquista. El caso de Margalida y otros cuatro de los presentados se han conocido a través del testimonio de familiares, ya que las víctimas fueron ejecutadas durante la dictadura o continúan desaparecidas.
Documentos originales en: news.vice.com (Patricia Rafael), Diagonal. CAIB.
En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española
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