JOSÉ IGNACIO BARANDIARÁN URKOLA, ASESINADO en San Sebastián, en 1978, por un balazo de la policía franquista

Joseba Barandiaran word pressEn los Sanfermines de Pamplona del 8 de julio de 1978, se produjeron graves incidentes entre los asistentes a las fiestas y la policía franquista, que reprimió duramente a manifestantes antifascistas hiriendo a más de 150 personas, 11 de ellos de bala, y asesinando de un disparo en la cabeza a Germán Rodríguez Saiz, miembro de la Liga Comunista Revolucionaria. Fue uno de los episodios más violentos de represión franquista durante la “ejemplar transición”. A raíz de este suceso, se declaró una huelga general en el País Vasco y Navarra, y se repitieron incidentes violentos en numerosas localidades de ambos territorios.

Tras 2 intensos días de manifestaciones en San Sebastián, duros enfrentamientos, carreteras y calles cortadas, cargas policiales con pelotas de goma y botellas de humo, la tensión llegó al límite el martes, 11 de julio de 1978. Hacia las 10.30 horas y tras haber recorrido las calles céntricas de la capital guipuzcoana, los manifestantes formaron una barricada al pie de la cuesta de Aldapeta. Varios mercenarios de la policía franquista se acercaron y fueron abucheados. Entonces, un policía vestido de paisano, realizó varios disparos al aire. Comenzaron las cargas policiales.

Entre los pelotazos de goma y el humo de los lacrimógenos sonó una ráfaga de metralleta. Una bala alzanzó el pecho del joven de 19 años natural de Astigarraga, José Ignacio Barandiarán Urkola (Joseba Barandiaran) causándole la muerte. Falleció casi en el acto. Al conocerse la noticia, el día se convirtió en una triste y convulsionada jornada de luto. La muerte de Barandiaran supuso otro duro golpe para Euskadi. La reacción social fue impresionante, particularmente en Guipuzcoa. En la plaza de Astigarraga no cabía ni un alfiler el día de su funeral.

Su muerte estuvo rodeada los días posteriores de una nueva jornada de huelga general y graves incidentes, sobre todo, la violenta acción de los elementos de la policía armada el 13 de julio de 1978. No obedecían ni las órdenes de sus mandos. Asaltaron las calles de Errenteria, en las que no había ni un alma, saquearon tiendas y locales, destrozaron mobiliario urbano, cristaleras de portales e incluso dispararon al aire. La calle fue literalmente suya. Estos episodios por parte de la policía se repitieron en el barrio donostiarra de Egia. En estos casos y pese a constituirse comisiones de investigación populares, no se hizo justicia.

Una comisión ciudadana, encargada de investigar los hechos, acusó unos meses más tarde a la policía de ser autora de los disparos que mataron a Joseba Barandiaran. Las investigaciones judiciales llevadas a cabo en los años posteriores demostraron que el disparo había partido de las filas de los policías franquistas. En el auto, la Audiencia Provincial reconoció, efectivamente, que “el disparo que mató a Barandiaran había partido de la policía”, pero el caso Barandiaran fue sobreseído provisionalmente 7 años más tarde, en 1985. El autor de la muerte de Barandiaran quedó impune. Jamás se hizo justicia, el autor del disparo fue encubierto por la policía.

Ante las solicitudes de numerosos vecinos de Astigarraga, el 14 de marzo de 1980 se decidió dar el nombre de Joseba Barandiaran a una plaza de dicho pueblo. El Ayuntamiento de San Sebastián, ha colocado una placa en recuerdo de Joseba Barandiaran en el lugar donde lo asesinaron, el número 12 de la calle San Bartolomé.


Documentos: Noticias de Gipuzkoa. Wikipedia. eitb.eus


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