HORACIO PÉREZ PÉREZ, Capitán de Corbeta de la Marina de la REPÚBLICA Española, FUSILADO por los franquistas en Paterna (Valencia) en 1939

Horacio Perez Perez word pressHoracio Pérez Pérez, nació en San Fernando (Cádiz), donde estuvo destinado muchos años. La sublevación militar de 1936 le sorprendió como Capitán de corbeta en Madrid donde se encontraba tras realizar un curso en la Escuela de Guerra Naval. A su hermano Virgilio, también capitán de corbeta, la sublevación le sorprendió en San Fernando donde estaba destinado como Jefe de la estación de radio de la base Naval de Cádiz.

Los franquistas asesinaron a Virgilio el 28 de agosto en las proximidades de La Carraca, sin juicio previo, junto al Capitán de corbeta Francisco Biondi Honrubia, el comandante de Intendencia Antonio García Moles, el comandante Manuel de Sancha Morales y el capitán Enrique Paz Pinacho, estos 2 últimos de Infantería de Marina.

El 8 de abril de 1939 Horacio fue sometido a una farsa de juicio en Valencia bajo la paradójica acusación de ser autor de un delito de rebelión militar. La sentencia describe que “observó una actitud pasiva en relación con el alzamiento”. El 22 de agosto de 1936 se presentó “en el Ministerio de Marina haciendo acatamiento al llamado Gobierno rojo”, prestó sus servicios en la Sección de Personal y después como secretario técnico del subsecretario del ministerio hasta que el 19 de septiembre comenzó a asumir responsabilidades de mayor trascendencia.

Desempeñó una comisión encargada de reparar y poner en marcha los aparatos de tiro de varios barcos, y después fue “Jefe de Información del Estado Mayor de la Flota roja y Jefe de Estado Mayor de la misma, cuyo cargo desempeñaba al tener lugar el combate del Cabo de Palos en que fue hundido el crucero nacional Baleares”. Cuando tuvo que navegar en fechas diferentes por aguas extranjeras como comandante circunstancial de los buques de guerra “José Luis Díez” y “Almirante Antequera”, estando en los puertos ingleses y franceses, “no trató de pasar a Zona Nazional, ni de ponerse en contacto con nuestras Autoridades, ni de realizar el menor acto a favor de nuestra causa, siendo de advertir que tanto durante su permanencia en la zona roja como en la escuadra y en territorio extranjero tuvo completa libertad sin estar sometido a medidas extraordinarias de vigilancia ni haber sufrido coacción concreta en ningún caso”.

Mientras “estuvo sirviendo al Gobierno rojo llegó a ser habilitado el empleo de Capitán de Navío y fue además recompensado con la Placa del Valor por haber tomado parte como Jefe de Estado Mayor de la Flota roja en el combate del Cabo de Palos”. El tribunal militar decidió condenarlo a la pena de muerte. El 13 de abril se remitió desde Burgos el temido telegrama: “S.E. el Jefe de Estado se da por enterado de la pena impuesta al capitán de corbeta Don Horacio Pérez Pérez”.

El 17 de abril de 1939 fue conducido hasta Paterna y fusilado al amanecer. Aunque en el registro civil de dicha ciudad se localizó la inscripción de su muerte, la búsqueda de su tumba en el cementerio municipal fue infructuosa no quedando tampoco constancia de ello en los libros de enterramientos que se conservan en el archivo local. Como en otros tantos casos sus restos se debieron perder en alguna fosa común.

Horacio, al igual que otros muchos gaditanos que en 1936 salieron de su tierra, nunca volvió a ella. Poco se sabe y menos se ha investigado y escrito sobre la terrible represión, y no sólo inicial, que también sufrieron los marinos que no quisieron unirse a sus compañeros sublevados contra la República. Sus nombres apenas son recogidos en los libros de historia sobre la Guerra Civil. Muchos de ellos no tienen quien les recuerde y su memoria, como la del resto de perdedores, quedó proscrita para las siguientes generaciones.


Artículo original de Jesús Núñez y publicado en «DIARIO DE CADIZ» el 18 de julio de 2009


En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española