Localizados los restos del REPUBLICANO LEONCIO DE LA FUENTE RAMOS, FUSILADO y arrojado a una fosa después de fugarse del penal franquista de San Cristóbal (Navarra)

Leoncio de la Fuente Ramos word pressLeoncio de la Fuente Ramos nació el 15 de enero de 1901 en Fresno el Viejo, provincia de Valladolid. Era tejero de profesión. Estaba casado con Elena, y Paula, abuela de Beatriz, era la 4ª de sus 6 hijos. El 19 de julio de 1936, en pleno golpe fascista, un camión que transportaba material de la falange y del ejército golpista se dirigía al pueblo camino de Valladolid, pero quedó atrancado al paso por el río. Leoncio, junto a varios vecinos del pueblo, acudió hasta el lugar para recordarles que no eran bienvenidos. En el altercado no hubo muertos ni heridos. Días después, a Leoncio le atraparon en casa porque alguien le delató. Estaba en cama, con una pulmonía severa y apenas podía sostenerse.

Leoncio y otros 5 hombres más fueron acusados de haberse empleado en aquel incidente con una actitud muy hostil, de decirles “a por ellos”, de poseer ideas socialistas y una pistola en casa. Le condenaron en febrero de 1937 a cadena perpetua en un juicio en Medina del Campo. Culpable y fue llevado preso al Fuerte de San Cristóbal, penal de Republicanos en el monte Ezkaba (Navarra), uno de los edificios más seguros del país, sin que su familia supiera nada de aquello. El 22 de mayo de 1938, de los 2.497 presos, 795 se arriesgaron en una fuga, pero solo 3 llegarían hasta Francia. Para el resto fue una masacre. 206 fueron asesinados en el mismo momento de su captura en los alrededores, Leoncio fue uno de ellos. Los otros fueron detenidos, 14 ellos fueron fusilados, y 46 murieron en el fuerte de enfermedad y malos tratos en los 5 años siguientes.

La recuperación de los restos de Leoncio hubiese sido imposible sin otra mujer de avanzada edad, Paulina Lizoain, que decidió revelar por primera vez lo que había visto siendo apenas una niña. Señaló exactamente el lugar donde vio cómo enterraban a 4 hombres. » Era mayo de 1938. Cuando salía de la escuela nos dijeron que habían matado a 4 de los fugados del fuerte y 2 chicas vinimos rápido; los estaban enterrando. Los vi ‘entericos’. Dos boca abajo y 2 boca arriba. Dos se confesaron y 2 no. Mi padre estaba enterrándolos. Nunca lo he hablado con él. No me vio». El testimonio de Paulina permitió la exhumación de 4 fugados. Aparecieron tal y como ella los había descrito, pero no había ninguna pista sobre su identidad.

Beatriz Fernández Martín, de 32 años, bisnieta de Leoncio y nieta de Paula, técnica de anatomía patológica en el Hospital de Valdemoro, habló con una compañera de una tragedia compartida. Ambas tenían la sospecha de que sus bisabuelos podían haber sido fusilados durante la guerra de España. La compañera de Beatriz localizó los restos de su antepasado en una fosa común de Sevilla donde además estaban identificados. Pero Beatriz no sabía nada de su bisabuelo, Leoncio: “..Las autoridades trataron de dar la versión de que mi bisabuelo había quedado libre y había rehecho su vida con otra familia..”. Sin embargo Beatriz comprobó que en un listado de fusilados había un Leoncio de la Fuente Ramos, que procedía de Fresno del Viejo. Era él. Beatriz convenció a su abuela de ceder una muestra de su ADN al banco de datos del Instituto Navarro de la Memoria. Un año después apareció el cuerpo de Leoncio. Estas fueron las palabras de Paula De la Fuente: «Me volví loca de alegría. Loca. Poder enterrar dignamente a mi padre, por fin, es lo más feliz que puede haber en este mundo».

El optimismo, no obstante, es moderado. Alrededor de 150 hombres de los 795 que emprendieron la mayor evasión carcelaria de la Historia de Europa todavía están desaparecidos. Los testimonios orales cuentan que requetés, falangistas y militares los ejecutaban allá donde los encontraban. A veces, incluso, se les prendía fuego. En estos años se han conseguido localizar 15 fosas con 54 cuerpos. Tras la entrega de los restos de Leoncio a su familia por el Instituto Navarro de la Memoria, 83 años después de su asesinato, podrá tener un entierro digno.


Documentos: Público (Alejandro Torrús). Noticias de Navarra. El Norte de Castilla


En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española