En 1937, militares franquistas ASESINARON a 9 vecinos de Lena (Asturias) en los montes de Geras de Gordón (León)

Nueve lenenses word pressLa Comisión de Memoria Histórica de Lena, ha localizado los cuerpos de 9 vecinos que desaparecieron a finales de 1937, sin dejar rastro, víctimas de la represión franquista. Ángel Balbuena, un vecino de la localidad leonesa de Geras de Gordón, los conoció en esas fechas y, después de trabar amistad con ellos, presenció su dramática muerte. Tras ponerse en contacto con el colectivo de la Memoria Histórica, contó lo que lleva guardando en secreto durante décadas. Balbuena supo de la Comisión casi por casualidad. Este hombre, que pasó su juventud dedicándose al pastoreo, asistió en verano a unas fiestas populares en Piedrasecha.

En esa romería, Balbuena entregó una carta a 2 dos hermanos de Carabanzo, una parroquia del concejo de Lena en el Principado de Asturias, en la que contaba cómo había presenciado, cuando era un chaval, el asesinato de 8 lenenses. Los vecinos de Carabanzo buscaron ayuda sin éxito en sindicatos y partidos políticos. Tras tener conocimiento mediante la prensa la localización de una fosa común en Parasimón, decidieron acudir a la oficina de la Comisión de la Memoria Histórica, presidida por Germán Mayora.

La carta fue «todo un descubrimiento», según Mayora. El relato de Ángel sirvió para localizar el lugar exacto donde se produjeron las trágicas muertes. Balbuena «se conocía al dedillo los montes de la zona». Germán explicó que «Ángel tiene una mente muy clara, ha recordado momento a momento lo que ocurrió en los montes de Geras de Gordón aquel trágico 10 de septiembre de 1937».

En esas fechas, cuando Ángel Balbuena estaba pastoreando con su rebaño en los montes de Geras de Gordón, se encontró con 8 lenenses «que estaban escondidos». Poco a poco, el pastor se hizo íntimo amigo de ellos, «les llevaba algo de leche, para que no lo pasaran mal». Después de unos días en el mismo escondite, el grupo de lenenses «recibió la visita de otro vecino, que les venía a avisar de que estaban detrás de ellos».

Al día siguiente Balbuena estaba en el monte «cuidando de mis ovejas y mis cabras». De repente, vio aparecer «soldados armados hasta los dientes y, en cuestión de minutos coparon la zona». Los lenenses, que eran 8, quedaron rodeados y, «para mayor desgracia, apareció un enlace y lo detuvieron». Según explica Ángel, «a este último joven lo cogieron, le interrogaron y le dieron tal paliza que era difícil saber dónde tenía la cara. Luego le dijeron que se marchara, y cuando el joven comenzó a correr le dispararon repetidas veces, hasta dejarlo hecho un guiñapo. Los otros 8 no corrieron mejor suerte. Quedaron todos muertos a la orilla del río, les saquearon y los dejaron medio desnudos, junto al puente de Paradilla, y ordenaron a un vecino que pasó por allí que los enterrara».

Ángel Balbuena lo vio todo escondido tras la maleza. Puso tanto cuidado como el que ha puesto durante décadas para guardar la historia. Finalmente la ha contado, «porque son cosas que se tienen que saber», según explicó a los miembros de la Comisión de la Memoria Histórica. A pesar de los años transcurridos, el pastor leonés pudo dar un nombre. Entre los enterrados en la fosa se encuentra Inocencio Cortina, que estaba con 2 primos y 6 amigos. Gracias a la información de Ángel, los responsables de la Comisión de la Memoria Histórica han anunciado la presencia de la fosa común en las inmediaciones de la localidad gordonesa de Paradilla de Gordón, en la que se encuentran enterrados los 9 vecinos lenenses asesinados en 1937.


Documentos: C. M. Basteiro (La Nueva España, 1 y 2). Diario de León (J.A. Barrio Planillo)


En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española