ANTONIO MANUEL PALMA MORENO, REPUBLICANO de UGT, campesino, unos mercenarios franquistas le mataron a tiros desde un camión en Aguilar de la Frontera (Córdoba), en 1936

Antonio Manuel Palma Moreno word pressAntonio Manuel Palma Moreno era natural de Aguilar de la Frontera, de familia campesina, trabajador del campo toda su vida. Era el tercer hijo de Manuel “La Liebre” y Purificación, tenía 3 hermanas. En 1922 fue reclutado y enviado a la Guerra de Marruecos y tras 3 duros años de vida militar, volvería de nuevo a su pueblo,“condecorado por su valor en las acciones en las cuales tomó parte”, retomando su antigua profesión de mulero. En 1930 se casó con Carmen Reina Casaña, tuvieron 3 hijos en menos de 5 años. Eran tiempos convulsos y revueltos para el campesinado de Aguilar, coincidiendo con la llegada de la República. Años marcados por la explotación, el hambre y la injusticia social, en los que surgieron las primeras agrupaciones obreras y sindicales en la localidad.

A comienzos de 1931 se recompuso el antiguo sindicato Sociedad de Muleros y Arrieros y Similares “La Constancia”, socialista afecto a la UGT, inserto en la FNTT, y desaparecido durante la Dictadura de Primo de Rivera. Durante los siguientes años defendió los intereses de los trabajadores que lo integraban, entre ellos Antonio Manuel, que ingresó en el mismo desde su fundación, compaginando su militancia con el trabajo en el campo, por lo que los reaccionarios lo señalaron.

El golpe fascista del 18 de julio por la guardia civil, desató en la localidad las detenciones y los encarcelamientos de los dirigentes locales Republicanos, políticos, obreros y sindicalistas, que estuvieron en el punto de mira desde el primer momento, apunta Rafael Espino, portavoz de Aremehisa, la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera. “Primero las detenciones, luego vendría todo lo demás”. El 22 de julio de 1936 comenzaron los asesinatos de Republicanos.

Los acontecimientos sorprendieron a Antonio Manuel el 24 de Julio de 1936 recogiendo agua en cántaros con otros compañeros, en las inmediaciones de la Laguna de Zóñar. Escucharon el motor de un camión que avanzaba desde Aguilar de la Frontera hacia Puente Genil. Los trabajadores huyeron asustados, y Antonio Manuel Palma, sin nada que temer pues nada había hecho, recogió su cántaro de agua y comenzó a andar por la carretera. Al llegar el camión a su altura, varios carlistas y falangistas le dispararon por la espalda, y a la cabeza. Antonio Manuel Palma, alcanzado de muerte, cayó rodando a la cuneta entre las risas y los vítores de sus asesinos que se alejaban. Al escuchar los disparos los compañeros de Antonio volvieron encontrándole herido de muerte. Escondieron el cuerpo bajo la sombra de unas higueras.

Pasaron 2 días hasta que su familia, a escondidas, en la oscuridad de la noche recogieron el cuerpo y lo acercaron al cementerio de Aguilar de la Frontera, pero los sepultureros se negaron a colaborar. Hubo que enterrarlo en la soledad y el silencio de la noche en una fosa, cuya situación indicaron por error o falsedad a la familia. La viuda quedó con 3 bocas que alimentar sin apenas conseguirlo, la familia rota por el dolor y el sufrimiento del asesinato del padre y marido. Sus 2 hermanos Juan José y Manuel, ambos militantes socialistas, habían huido a zona Republicana.

Los fascistas asesinaron o hicieron desaparecer al menos a 132 personas en la localidad. La madrugada del 1 de Agosto fueron trasladados varios vecinos en un camión al «camino de las vigas», donde les dieron muerte a todos. Varios eran miembros de la familia Espino. El 16 de agosto de 1936 la guardia civil arrastró 2 cuerdas de 10 y 8 Republicanos presos, los mataron y los arrojaron a una fosa. Entre ellos el Presidente de la Agrupación Local del PSOE de Montemayor, Rafael Pedraza Bellido, junto a sus amigos y compañeros de partido; y además 2 mujeres embarazadas, María Antonia Jiménez Alcaide y Alfonsa Galán Luna. En La madrugada del 2 de agosto de 1936, mercenarios franquistas fusilaron en lugar desconocido y arrojaron a una fosa a varios hombres y a una mujer, entre ellos, el alcalde de Aguilar de la Frontera, José Maria León.

Trascurridos unos años se conoció que en la fosa donde yacía Antonio Manuel Palma había varias personas más. Gracias a la ayuda de Aremehisa, en 2010 los trabajos de exhumación extrajeron 5 cuerpos: Los de 2 hombres con inequívocos síntomas de muerte por violencia. Cuatro de ellos fueron identificados: Antonio Manuel Palma Moreno; la joven Ana Lucena Martínez, 23 años, asesinada tras un bombardeo franquista el 24 de Julio de 1936; Concepción Cecilia Córdoba de 47 años, y el hijo de ésta, Miguel León Cecilia. El hallazgo de otro varón quedó sin documentar. Antonio Manuel Palma Moreno recuperó su nombre, su familia, su historia, fue un símbolo, que trajo esperanza e ilusión a cientos de miles de familias que, al igual que la suya, esperan recuperar algún día los restos de sus desaparecidos.


Documentos originales de Carmen Reina en Todos los nombres y Cordopolis


En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española