CIPRIANO MATEO HERNÁNDEZ, Sindicalista de UGT, Miliciano de la REPÚBLICA Española, los franquistas le ASESINARON en Colmenar Viejo (Madrid) en 1939

Cipriano Mateo Hernandez word pressCipriano Mateo Hernández nació en 1916 en San Sebastián de los Reyes (Madrid). Era hijo de Genaro y Melitona. Trabajaba de albañil y estaba afiliado a la UGT. Durante la guerra civil perteneció a las Juventudes Socialistas Unificadas de dicha localidad, donde realizó guardias armadas hasta que se incorporó a las milicias Republicanas combatiendo en el frente de Somosierra (Madrid) siendo comisario político de Compañía. Finalizada ésta fue detenido y los fascistas le sometieron a consejo de guerra el 28 de julio de 1939. El tribunal “militar” de Colmenar Viejo, le sentenció a la pena de muerte.

Cipriano fue asesinado por fusilamiento el 29 de noviembre de 1939 en las eras de Navalaosa, junto al cementerio de Colmenar Viejo, tenía 23 años. Después fue arrojado a una fosa común. A su padre Genaro le conmutaron la pena de muerte por la inferior en grado y murió en la cárcel. Manuel Mateo López era tío de Cipriano, jornalero y albañil, afiliado a la UGT y al PSOE y nombrado alcalde del pueblo en 1937, hasta que dimitió para volver al frente en el 38. Terminada la guerra pasó 7 meses en la cárcel antes de que lo fusilaran, el 22 de octubre de 1939. Su tío Ciriaco fue condenado a 6 años de reclusión. Fue una familia muy duramente castigada por su lealtad a la República Española.

El nombre de Cipriano Mateo Hernández con la fecha de su fusilamiento, junto al del resto de fusilados en Colmenar Viejo y Madrid y los vecinos y vecinas de San Sebastián de los Reyes que sufrieron consejos de guerra sumarísimos, puede leerse en el mural instalado en el Centro Municipal de Formación Ocupacional “Marcelino Camacho” el 14 de abril de 2018. Su nombre también aparece en el mural instalado el 10 de junio de 2018 en el cementerio viejo de Colmenar Viejo, con los nombres de los 108 allí fusilados procedentes de 9 pueblos de la zona norte de Madrid, para que su nombre no se borre de la Historia.

Los Republicanos asesinados en Colmenar Viejo fueron fusilados en varias tandas semanalmente, lo que denuncia las narrativas reaccionarias franquistas adornadas de falsa neutralidad. La realidad es que el régimen franquista cometió un genocidio y creó aparatos jurídicos y represivos para llevar a cabo un exterminio masivo de la población española por razón de odio a la clase trabajadora organizada y su ideología emancipadora. La historia la recuerda Esther Mateo Cabrero, familiar de víctima por partida triple. Yacen en Colmenar Cecilio Sanz, tío de su madre, Cipriano Mateo, primo de su padre, y su abuelo, Manuel Mateo, que fue alcalde de San Sebastián de los Reyes, fusilado en un católico domingo, con prisas, antes de que llegase la orden de conmutación de la pena.

Esther no pudo conocer a sus parientes represaliados, se considera una “militante de la memoria”. “Me duele mucho hablar con gente y darme cuenta de que no tienen ni idea de lo que sufrieron tantas familias. Las exhumaciones han de servir para dar a las víctimas un enterramiento digno, pero también para que se sepa lo que pasó”, dice. Luis Pérez, presidente de la asociación y vecino de San Sebastián de los Reyes, acude a menudo a institutos a dar charlas a los chavales y hablarles de las torturas del policía apodado Billy el Niño, es decir, de su vivencia personal y de la historia de un país. “El desconocimiento que tienen es total”.


Documentos en Público (Jairo Vargas Martín). La Voz de la República (Natalia Junquera). Memoria Histórica SanSe. Fundación Pablo Iglesias


En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española