ANDRÉS GARCÍA FERNÁNDEZ, Comunista de 18 años, CRIMINALES de ultraderecha le PARTIERON el corazón con un machete, en Madrid, en 1979

Andres Garcia Fernandez modelica Transicion word pressAndrés García Fernández nació en el seno de una familia obrera y comunista, emigrada a Francia en 1969 cuando él era un niño. Los García regresaron a Madrid en 1977. Andrés estudiaba 3º de BUP por las tardes y por las mañanas cumplía servicio militar en el Ejército del Aire. Era miembro de la Agrupación de las Juventudes Comunistas de Retiro. Andrés y unos amigos fueron al cine, y a la salida decidieron acercarse a comer unos perritos calientes a un bar de la calle de Alcalá, serían las 9’15 de la noche. A la altura de la cafetería California 47, un grupo de unos 10 o 15 muchachos, uno llevaba un brazalete con la cruz gamada, estaban zarandeando a un señor mayor, posiblemente, por su aspecto.

Andrés y sus amigos pasaron de largo y unos metros más allá se dieron cuenta de que los seguían. Aceleraron el paso y uno avisó «salid corriendo que están armados”. A la altura de la cervecería Cruz Blanca, Andrés ya no estaba con ellos. Había quedado tendido en el suelo, un poco más atrás, con 2 puñaladas en el corazón. Andrés García Fernández fue asesinado el 29 de abril de 1979 en la calle de Goya de Madrid, considerada entonces “zona nazional” por la bandas ultraderechistas, consentidas por el ministro del Interior Rodolfo Martín Villa y su gobernador civil en la capital, Juan José Rosón.

Los asesinos salieron corriendo hacia la cafería California en la misma calle de Goya y, durante los años de la ejemplar transición, un reducto de la extrema derecha. Allí, José Luis Martínez Merino, de 17 años, autor material de las 2 puñaladas mortales que recibió Andrés se lavó las manos y limpió de sangre el machete militar, con una hoja de 18 centímetros, que había clavado en el pecho de Andrés. Días después, el asesino entregó el arma del crimen a su madre, para que se lo guardara en la finca familiar de Los Enebros, cerca de San Agustín de Guadalix.

Dos día después del asesinato, Juan José Rosón, declaraba en rueda de prensa: “Sí, es cierto que durante los últimos días se han generado unas anormales relaciones de tipo político en esta ciudad. Creo, sin embargo, que la cota de violencia es normal en Madrid, globalmente considerada”. La manifestación del 1 de mayo de ese año se convirtió en un homenaje a Andrés, y centenares de miles de personas gritaron indignadas por las calles de la capital: “Fuerza Nueva, asesina” y “Vosotros, fascistas, sois los terroristas”.

Por su participación en el asesinato, fueron detenidos José Luis Martínez Merino; Federico Baudín Pichardo, de 17 años, que sujetó a Andrés por la espalda mientras Martínez le clavaba el machete; Claudio Alonso Becerro de Bengoa, de 17 años, y un menor, José María Vega Dosal, de 15 años. Según el auto judicial, “las 2 cuchilladas eran de carácter mortal y produjeron a Andrés García Fernández la muerte instantánea por hemorragia traumática con el consiguiente colapso circulatorio”. “Le han partido el corazón en dos”, le dijo el forense a Carmen Fernández, la madre del joven comunista, después de hacerle la autopsia al cadáver.

Martínez Merino había sido detenido anteriormente por asaltar la sede del PCE en el madrileño barrio de Quintana. Estudiaba 2º de BUP en el Colegio de los Padres Agustinianos de donde fue expulsado por su comportamiento agresivo. Durante el transcurso del juicio, psicólogos y psiquiatras manifestaron que Martínez Merino era un sujeto socialmente peligroso, que podría volver a repetir lo que hizo, dada su desviación de personalidad, que le hacía muy irritable. Había militado en Fuerza Joven desde 1977, en el momento del crimen formaba parte del Frente de la Juventud, una escisión de Fuerza Nueva legal desde 1978. Varios de sus militantes aparecieron implicados en asesinatos y múltiples actos violentos en los años 70, pero la formación ultraderechista nunca fue ilegalizada.

En la línea que caracterizó a los Tribunales de Justicia durante aquellos años, a la hora de abordar los asesinatos protagonizados por miembros de la extrema derecha, la sentencia exculpó al menor y a Claudio Alonso Becerro que “sólo intervino en la persecución del grupo formado por el fallecido y sus amigos sin participar en la agresión contra el mismo”. El propio Bengoa reconoció que poco antes del asesinato, Merino mostró el machete diciendo: ‘Tengo ganas de estrenarlo”.

José Luis Martínez Merino y Federico Baudín fueron condenados por el “homicidio”, de Andrés García. Aplicando la atenuante de la minoría de edad un total 8 años de prisión, a Pichardo solo 2 años y 4 meses. Los padres de Andrés, María del Carmen Fernández y Andrés García Oset quedaron destrozados tras el asesinato de su hijo y nunca se recuperaron de la tragedia. A Andrés García Fernández no se le considera oficialmente víctima del terrorismo. Desde hace unos años una plaza y una placa en su barrio recuerdan su nombre.


Documentos: El otro País (Alfredo Grimaldos). El País (José Manuel De Las Heras). Memoria Histórica de Cartagena


En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española