Luis Pascual Amorrostra Arbe nació en Laredo en 1918, hijo de Francisca y de Cipriano. Era pescador y Anarquista. Al producirse la sublevación militar del 36 se alistó voluntario en la milicia y se incorporó a la 4º Compañía del Batallón Libertad para defender el Norte de Burgos. Se desconoce si al caer esta zona siguió combatiendo en Asturias como otros compañeros de Compañía, pero al regresar a Laredo se encontró con detenciones, represalias, etc., por lo que anduvo escondido.
En Enero de 1938, sus 4 amigos y compañeros anarquistas estaban detenidos, 3 de ellos fueron sometidos el día 20 a juicio sumarísimo de urgencia y condenados a pena de muerte por garrote vil, junto a un cuarto paisano y compañero unos años mayor que ellos, que quedó detenido en Santander y posteriormente también fue condenado a muerte.
El 1º de Febrero, el Juzgado de Instrucción de Laredo publicó una Requisitoria para que Luis se personara en el juzgado para notificarle auto de prisión, dictada por la audiencia Provincial de Santander 5 días antes. No ha sido posible analizar dicha Causa al haberse quemado los archivos de la Audiencia en el incendio de Santander de Febrero de 1941, pero Luis tenía entonces 16 o 17 años recién cumplidos.
La noche del 16 al 17 de Marzo, Luis bajó al muelle de Laredo armado con una pistola y se escondió acurrucado en un rincón de un Pósito de Pesca. Cuando de madrugada los pescadores salían a la bahía, salió del escondite y amenazando con el arma les instó a poner rumbo a la costa francesa. En un descuido de Luis, uno de los marineros le arrebató el arma y los tripulantes regresaron al puerto laredano, donde un falangista que prestaba servicios de vigilancia saltó a bordo y propinó una fuerte paliza al fugitivo.
Cuando llegó la guardia civil, se realizó una suerte de procesión con el herido rodeado de guardias armados, los falangistas del puerto con sus armas, a los que se fueron uniendo otros falangistas armados a su paso por los distintos puntos del pueblo. Todos ellos seguidos de un nutrido grupo de vecinos curiosos.
Camino de la cárcel local, torcieron hacia la rúa de Santa María, hay quien cree que camino de la tapia del cementerio. Al llegar a la altura de Marqués de Albaida el cortejo se paró y a un gesto de algún guardia, Luis creyó ver una posibilidad de escapar y emprendió la huida raudo piedras abajo. Dos portales más abajo, cayó abatido por el tiro de uno de los guardias, los franquistas le asesinaron en aplicación de la denominada Ley de Fugas.
Fue enterrado en una fosa abierta en el Cementerio Local, años después sus restos fueron trasladados a un nicho. Según la auditoria de Guerra, su muerte se produjo “a las seis horas del diecisiete de los corrientes (Marzo) a consecuencia de heridas por arma de fuego”, constituyendo el único documento que se conoce que tenga tal afirmación.
Un hermano de su madre fue fusilado en el Cementerio de Ciriego y enterrado en una fosa común 2 años más tarde. Su madre debió estar condenada a cárcel, porque en Marzo de 1943 se le aplicó “beneficio de la libertad condicional con la liberación del destierro”.
Original en El diario Cantabria
En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española