Antonio Farinós Pérez nació en 1898 en Caudete (Alicante), hijo de Felipe y Elisa. En 1923 era 2º Contramaestre Radiotelegrafista. Formó parte de la Junta Directiva del casino militar de Ferrol de los cuerpos subalternos de la Armada y del Ejército. En 1926 se casó con la ferrolana Josefina Fernández Ramos. Tuvieron 3 hijos: Antonio, Pilar y José Antonio. Farinos se benefició del Decreto del Ministerio de Marina de la República Española de julio de 1931, que establecía que el Cuerpo de Contramaestres Radiotelegrafistas se equiparaba a los grados de suboficial, oficial o jefe.
El 6 de Septiembre de 1936 fue fusilado extrajudicialmente por los rebeldes fascistas, y fue por tanto asesinado. Otra vida más truncada a manos de militares franquistas, sublevados contra su Nación, las libertades y los más elementales derechos humanos.
A la marina golpista le parecía poca cosa haber asesinado a Antonio Farinós Pérez. Por tal motivo se negó a reconocer la muerte del esposo de Josefina Fernández, exigiéndole a ésta que lo demostrara para tener derecho a la pensión de viudedad. La viuda de Farinós, haciendo de tripas corazón, escribió respetuosamente a los facciosos que asesinaron a su esposo, al jefe de la secretaría de Guerra, y al vicealmirante jefe del Departamento Marítimo de Cádiz.
Pero los marinos fascistas no dieron razón alguna a la viuda de Farinós, hasta tal punto ocultaron su crimen que todas la peticiones de la viuda del marino fueron mezquinamente rechazadas. Josefina no se dió por vencida y de nuevo recurrió a los sediciosos, en Agosto de 1938 remitió desde El Ferrol otra instancia al comandante general del Departamento de Cádiz. De nuevo los franquistas dieron otro sonoro portazo que le estalló a Josefina en sus entrañas.
Finalmente y una vez hechas las averiguaciones oportunas en el Archivo del Registro Civil de San Fernando, en octubre de 1939 y según auto dictado por el juez de primera instancia a solicitud de su viuda, apareció la inscripción del fallecimiento de Antonio Farinós Pérez, el 6 de septiembre de 1936, a causa de las heridas por armas de fuego, omitiendo que fue fusilado.
A los facciosos no les bastaba con asesinar, 5 meses después de haber sido fusilado Farinós, el “vicealmirante” Juan Cervera Valderrama, jefe del estado mayor central de la armada se burlaba de los fusilados por radio lanzando mofas y pullas contra Antonio Farinós Pérez; no fue el único en recibir sus insultos.
Los asesinos de Antonio no mataron físicamente a Josefina Fernández Ramos, pero la atormentaron hasta la saciedad por medio de una burocracia perversa. La muerte de Antonio Farinós Pérez fue un crimmen, no se puede fusilar a un hombre por sus ideas políticas o religiosas. El inútil y descabellado fusilamiento, en plena juventud, del Oficial primero Radiotelegrafista de la Armada Antonio Farinós Pérez debe perdurar en el recuerdo. La desgracia causada a su viuda, la ferrolana Fina Farinós Pérez y a sus hijos es totalmente irreparable.
Documentos: Benito Sacaluga Rodríguez. Estudios Históricos
En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española