En Septiembre de 1936, cinco enfermeras REPUBLICANAS, fueron VIOLADAS, TORTURADAS y FUSILADAS en Mallorca por criminales franquistas

DORIA Y MERCEDES BUXADÉ ADROHER2 word pressDaría y Mercedes tenían 22 y 18 años de edad, eran residentes en Barcelona, y se ofrecieron como enfermeras de Cruz Roja; pensaban que por su nacionalidad mejicana y trabajar para Cruz Roja no tendrían riesgo alguno si eran capturadas. Llegaron a Mallorca en barco desde Barcelona el 16 de agosto de 1936 como enfermeras voluntarias en una expedición Republicana que pretendía combatir el alzamiento militar en la isla. El fracaso fue absoluto.

Ellas no pudieron escapar y junto a otras tres compañeras, María García Sanchís, Teresa Bellera, y otra aún anónima, fueron detenidas el 4 de septiembre por miembros de la CEDA y falangistas en Manacór, cuando estaban al cuidado de heridos Republicanos. Los hombres fueron fusilados en el mismo día, pero no las mujeres. En septiembre de 1936 las cinco enfermeras de la milicia fueron victimas de torturas. Desde el día en que cayeron prisioneras fueron consideradas como unas prostitutas milicianas, paseadas en un camión al descubierto y exhibidas por todas partes como trofeos de guerra.

Durante algo más de dos semanas fueron humilladas y torturadas, cuando se resistieron fueron dominadas a palizas y finalmente violadas repetidamente para satisfacer unos apetitos insaciables. Las autoridades fascistas que controlaban la isla con la ayuda de los italianos y de su jefe militar, el infame «Conde Rossi», no hicieron nada para evitar o siquiera limitar las innumerables atrocidades que se cometieron con ellas por falangistas y legionarios, clérigos incluso, bajo su mando. Es difícil de comprender las obsesiones de estas gentes que cometieron incontroladas perversiones sobre esas desgraciadas enfermeras, que tuvieron la mala suerte de caer bajo los depravados deseos de unos desalmados.

Los fascistas sabían perfectamente que las enfermeras del Cuerpo Sanitario no habían cometido ningún crimen. Su único error fue que no pudieron reembarcar a tiempo en los buques de transporte con rumbo a Barcelona. Las volvieron a vejar incluso momentos antes de su fusilamiento, en Manacor, en los primeros días de septiembre de 1936, con el beneplácito del clero, se sospecha que hasta un capellán llamado «Barraquetes» colaboró en la gesta. A pesar de todo, se dice estas mujeres se enfrentaron a la muerte con más aplomo y dignidad que muchos de los hombres.


Documentos originales en: Kaos en la Red (Patricia Rafael). memoriadelesilles. Público (Alejandro Torrús). vilaweb (Esperança Camps). Las 5 Rosas de Manacor. Federación de Republicanos


En MEMORIA de las mujeres y hombres del Ejército de la REPÚBLICA Española